Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
A medida que la popularidad de caminar hacia atrás gana impulso, es importante examinar más de cerca los beneficios y consideraciones de este ejercicio poco convencional. Durante una reciente salida en las pintorescas Montañas Azules, descubrí los desafíos de invertir mi rutina habitual de caminata. A pesar de una sensación inicial de valentía física, rápidamente sentí mis músculos arder y mi corazón acelerarse mientras mi amigo y yo enfrentábamos la formidable pendiente—afectuosamente conocida como "la colina de la muerte"—en reversa. Si bien caminar hacia atrás puede sonar como una tendencia de ejercicio peculiar, tiene raíces en prácticas de salud prevalentes en lugares como China. Su reciente aumento en popularidad en Occidente se puede atribuir en gran medida a los respaldos de influencers de fitness, notablemente el entrenador en línea Ben Patrick, también conocido como KneesOverToesGuy. El fisiólogo del ejercicio Jack McNamara de la Universidad de East London observa que ver a entusiastas del fitness participar en esta práctica inusual en cintas de correr también ha contribuido a su atractivo. Sin embargo, aunque varios titulares alaban las ventajas de este método, el escrutinio científico aún está alcanzando. La investigación ha indicado que caminar hacia atrás puede ser beneficioso, particularmente para grupos específicos. El Dr. Christian Barton, profesor asociado de fisioterapia, señala que este ejercicio desafía nuestros músculos y coordinación de maneras únicas, lo que puede mejorar la propiocepción—la capacidad del cuerpo para sentir su posición en el espacio—ayudando en última instancia a prevenir caídas. Las estadísticas sobre caídas entre adultos mayores subrayan la importancia de las medidas de prevención. Solo en Australia, 14 personas mayores de 65 años mueren diariamente por incidentes relacionados con caídas, y las lesiones relacionadas con caídas le cuestan al sistema de salud más de $2.3 mil millones anuales. Kim Delbaere, científica investigadora senior especializada en prevención de caídas, sugiere que el compromiso muscular diferente durante caminar hacia atrás puede ser clave para quienes están en riesgo. Su consejo para principiantes, particularmente aquellos con problemas de equilibrio, es practicar en un entorno seguro, como el hogar, donde puedan confiar en una superficie estable para apoyo. Para individuos con condiciones de rodilla como la osteoartritis, los beneficios pueden ser aún más pronunciados. Caminar hacia atrás puede aliviar la tensión en las rodillas al alterar la mecánica del movimiento. Como explica McNamara, el paso hacia atrás involucra las caderas y los músculos del muslo de manera diferente, lo que puede ayudar a fortalecer esas áreas y reducir el riesgo de lesiones. Este cambio en la dinámica significa que la rodilla no soporta tanta fuerza compresiva como lo hace durante la caminata hacia adelante. A pesar de algunas afirmaciones de que caminar hacia atrás es un ejercicio superior para quemar calorías, expertos como McNamara advierten contra sobreestimar su efectividad en ese aspecto. Aunque quema ligeramente más calorías que caminar hacia adelante en la misma distancia, las dificultades de mantener tal régimen—como correr un maratón hacia atrás—lo hacen menos factible para un entrenamiento cardiovascular serio. Integrar caminar hacia atrás en la rutina de uno puede seguir siendo una adición refrescante. McNamara sugiere incorporar segmentos cortos de caminata hacia atrás en el ejercicio regular, potencialmente en superficies planas y libres de obstrucciones o durante actividades específicas como arrastre de trineo de resistencia. Esto no solo introduce variedad en los entrenamientos, sino que también puede proporcionar beneficios psicológicos a través de la novedad. En conclusión, aunque caminar hacia atrás puede no convertirse en la tendencia dominante en las rutinas de fitness, sus ventajas potenciales para ciertas poblaciones, particularmente en la prevención de caídas y la salud de las rodillas, son dignas de consideración. Al igual que con cualquier ejercicio, la clave es participar en él con intención y estructura, asegurando que complemente un régimen de fitness bien equilibrado. Así que, la próxima vez que salgas a caminar, no dudes en dar un paso atrás—literalmente.