Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
A medida que el espectro de la poliomielitis vuelve a surgir en Gaza, las autoridades de salud y las organizaciones internacionales están compitiendo contra el tiempo para implementar una campaña de vacunación integral. Con la reciente llegada de 1.2 millones de dosis de la vacuna contra la poliomielitis, el enfoque ahora se desplaza hacia la efectividad y rapidez con la que se pueden distribuir estas vacunas a más de 640,000 niños en la región. La urgencia de este esfuerzo se ha amplificado por la confirmación del primer caso de poliomielitis en Gaza en 25 años: un niño de 10 meses que desde entonces se ha paralizado en una pierna. La Organización Mundial de la Salud (OMS) detectó recientemente el virus en muestras de aguas residuales, lo que marca una grave amenaza para la salud pública en un territorio que ya está lidiando con una crisis humanitaria prolongada en medio de un conflicto en curso. UNICEF, en coordinación con la OMS y la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), está liderando la campaña de vacunación. Sin embargo, la tarea se complica por la grave situación en el terreno, donde las hostilidades y los bombardeos han obstaculizado severamente los esfuerzos humanitarios. El Ministerio de Salud de Gaza ha reconocido los desafíos que se avecinan, enfatizando que el acceso a agua limpia, la higiene personal y la gestión efectiva de residuos son componentes críticos que deben abordarse junto con los esfuerzos de vacunación. Para asegurar el éxito de esta campaña de vacunación, los funcionarios de salud han solicitado una pausa humanitaria en los combates. UNICEF y la OMS han instado conjuntamente a todas las partes en conflicto a observar un alto el fuego de una semana para permitir el paso seguro de niños y familias hacia las instalaciones de salud. Su declaración destaca la sombría realidad de que, sin tales pausas, la entrega de las vacunas y la administración efectiva de la campaña pueden verse comprometidas. Los obstáculos logísticos son considerables. Los equipos médicos deberán navegar por las complejidades de distribuir vacunas en una región afectada por la sobrepoblación y una infraestructura de salud deteriorada. Philippe Lazzarini, director de UNRWA, ha enfatizado la importancia de actuar con prontitud. Declaró que los retrasos en el establecimiento de una pausa humanitaria podrían agravar el riesgo de propagación de la poliomielitis entre las poblaciones vulnerables, particularmente los niños. Además, la agencia COGAT del ministerio de defensa israelí anunció que las vacunas habían cruzado a Gaza a través del cruce fronterizo de Kerem Shalom, y que la coordinación con el ejército israelí sería parte de la estrategia de distribución. La necesidad de esfuerzos colaborativos subraya la gravedad de la situación, ya que la salud de toda una generación está en juego. UNICEF ha reiterado que lograr al menos un 95 por ciento de cobertura de ambas dosis de la vacuna es esencial para frenar el resurgimiento de la enfermedad. Con los sistemas de salud, agua y saneamiento de Gaza en desorden, las apuestas no podrían ser más altas. A medida que los expertos en salud y las organizaciones humanitarias trabajan incansablemente para combatir la crisis de la poliomielitis, sigue la esperanza de que un esfuerzo unido pueda proteger a los niños de Gaza del espectro de esta enfermedad prevenible.