Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En un giro encantador de los acontecimientos para los entusiastas de las plantas y los visitantes por igual, el Castillo de Lullingstone en Kent está exhibiendo este fin de semana una rara maravilla botánica: Hedychium wardii, un striking jengibre de flores amarillas que adorna el jardín por primera vez. Este inusual espécimen, raramente cultivado en el Reino Unido, ha capturado la atención de la comunidad horticultural y marca una adición significativa a la diversidad botánica de este renombrado destino turístico. Hedychium wardii, conocido por sus vibrantes flores amarillas y su fragancia, tiene su origen en los exuberantes paisajes de India. Fue traído a Inglaterra durante la década de 1930 por el legendario Frank Kingdon-Ward, una figura célebre en el mundo de la botánica, a menudo aclamado como el "último gran cazador de plantas". Sus expediciones introdujeron una plétora de plantas exóticas en los jardines del Reino Unido, y la floración de este jengibre añade otro capítulo a ese legado histórico. A medida que se acerca el Fin de Semana de los Cazadores de Plantas, el momento de la floración de Hedychium wardii no podría ser más perfecto. El botánico Tom Hart Dyke, propietario del Castillo de Lullingstone y ferviente defensor de la conservación de plantas, describió al jengibre en flor como un “jengibre fantástico” que encanta a los visitantes con su “hermosa fragancia por la noche”. Esta característica no solo mejora la experiencia sensorial para quienes pasean por el Jardín del Mundo, sino que también resalta la importancia de preservar y exhibir especies de plantas únicas. El Fin de Semana de los Cazadores de Plantas promete ser una celebración vibrante de la exploración horticultural, atrayendo a amantes de las plantas ansiosos por presenciar no solo el Hedychium wardii, sino también una variedad de flora rara y exótica. El Castillo de Lullingstone, con su rica historia y compromiso con la diversidad botánica, proporciona un telón de fondo ideal para tal evento, invitando a los asistentes a sumergirse en las maravillas de la naturaleza y las historias de aquellos que han dedicado sus vidas a explorarlas. A medida que las flores se despliegan en el jardín, sirven como un recordatorio de la belleza que se puede encontrar en el mundo natural y el legado de aquellos que han buscado incansablemente traer lo exótico a nuestros patios traseros. Los visitantes de Lullingstone no solo se maravillaràn con los impresionantes paisajes, sino que también reflexionarán sobre el rico tapiz de la historia de las plantas que continúa desarrollándose en la horticultura moderna.