Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
A medida que el mundo lidia con una variedad de enfermedades infecciosas, el mpox—un virus que antes era poco conocido—ha captado recientemente la atención, especialmente tras la declaración de emergencia de salud pública por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS). A pesar del alarmante aumento de casos, Hans Kluge, director de la rama europea de la OMS, tranquiliza al público, afirmando enfáticamente: "El mpox no es el nuevo Covid". Esta declaración se produce en el contexto de casi 19,000 casos y 541 muertes reportadas en África desde el comienzo del año. El mpox, anteriormente conocido como viruela símica, cambió de nombre a finales de 2022 para mitigar el estigma y las implicaciones racistas a menudo asociadas con la nomenclatura anterior de la enfermedad. El virus fue identificado por primera vez en 1958 en una colonia de monos en Dinamarca, pero desde entonces se ha aclarado que el reservorio principal del virus reside en roedores, particularmente en ardillas voladoras, aunque los monos también pueden contraer la enfermedad. El término "pox" en mpox lo conecta con el virus de la viruela, ya que ambos pertenecen a la familia de los ortopoxvirus. Esta relación tiene importantes implicaciones para las estrategias de salud pública, particularmente en lo que respecta a la vacunación. Las vacunas desarrolladas originalmente para la viruela, como la vacuna de Bavarian Nordic, se recomiendan como medidas preventivas efectivas contra el mpox debido a la fuerte inmunidad cruzada entre los ortopoxvirus. Actualmente, hay cuatro clados distintos de mpox en circulación. El Clado 1, que se encuentra principalmente en la Cuenca del Congo—específicamente en la República Democrática del Congo, la República Centroafricana y la República del Congo—ha sido endémico desde la década de 1970. La aparición del subclado 1b en septiembre de 2023 en el este de la RDC plantea una creciente preocupación para las organizaciones de salud internacionales, especialmente debido a su posible propagación a las regiones vecinas. Mientras tanto, el Clado 2 existe predominantemente en África Occidental, con casos reportados en Nigeria, Benín, Ghana, Liberia, Sudáfrica, Mozambique, Egipto y Sudán. El subclado 2b, que se ha divergido de su linaje principal alrededor de 2017, ha levantado alarmas ya que se ha propagado significativamente fuera de África, particularmente en 2022 y 2023. Al entender quién está en riesgo, es importante señalar que el mpox no es una nueva amenaza, sino más bien una persistente que ha visto fluctuaciones en su prevalencia y dinámica de transmisión a lo largo de las décadas. Si bien el brote actual ha destacado vulnerabilidades, especialmente dentro de comunidades específicas, sigue siendo crucial combatir el estigma y la desinformación. Los funcionarios de salud pública enfatizan la importancia de la concienciación y la vacunación como herramientas clave para prevenir una mayor propagación. A medida que la situación evoluciona, el enfoque seguirá siendo el monitoreo riguroso de las mutaciones y la propagación del virus, junto con la educación continua para minimizar el miedo y promover respuestas informadas al mpox. El mundo puede no estar enfrentando otra pandemia como la de Covid-19, pero las implicaciones del resurgimiento del mpox son un recordatorio de los desafíos persistentes que plantean las enfermedades infecciosas.