El uso de antidepresivos en Australia se dispara: nuevas pautas buscan una interrupción más segura.

En los últimos años, el uso de antidepresivos en Australia ha aumentado, convirtiéndolos en el medicamento de salud mental más dispensado en el país. Notablemente, Australia ocupa el segundo lugar, solo detrás de Islandia, en uso per cápita entre los países de la OCDE. El aumento en el uso se destaca con la entrada de la sertralina—comercializada como Zoloft—en la lista de los 10 medicamentos más prescritos en 2020, una posición que ha mantenido, ocupando el séptimo lugar para 2023. Si bien los antidepresivos desempeñan un papel crucial en el tratamiento de la depresión y otros trastornos de salud mental, la creciente dependencia de estos medicamentos plantea preguntas significativas sobre su manejo a largo plazo. Los informes indican que la falta de evidencia de alta calidad sobre cómo descontinuar el tratamiento con antidepresivos de manera segura y efectiva ha dejado a muchos pacientes vulnerables. A medida que algunas personas intentan reducir o detener su medicación, a menudo se encuentran con síntomas de abstinencia, que en muchos casos pueden ser malinterpretados como un resurgimiento de su depresión original. Esta preocupante tendencia llamó la atención del médico australiano Dr. Mark Horowitz, quien emprendió un estudio exhaustivo centrado en las complejidades que rodean el uso y la interrupción de los antidepresivos. Sus esfuerzos culminaron en el desarrollo de las Guías de Desprescripción de Maudsley, un conjunto de recomendaciones destinadas a guiar a los clínicos en el proceso de reducir de forma segura la administración de antidepresivos. Respaldadas oficialmente por el Real Colegio Australiano de Médicos Generales (RACGP) en agosto, estas guías representan un avance significativo en las prácticas basadas en evidencia en relación con la descontinuación de medicamentos antidepresivos. El costo emocional y físico que los síntomas de abstinencia pueden tener en las personas que intentan dejar de usar antidepresivos no puede subestimarse. Muchos pacientes informan sentirse aislados y angustiados, a menudo recurriendo a grupos de apoyo en línea donde comparten sus experiencias y buscan orientación. Desafortunadamente, esto puede llevar a un ciclo en el que las personas permanecen en medicación más tiempo del necesario, a pesar de la recomendación general de que los antidepresivos no deben usarse por más de seis a doce meses sin reevaluación. A medida que la conversación sobre la salud mental continúa evolucionando, el énfasis en entender tanto los beneficios como los desafíos del uso de antidepresivos es esencial. Si bien estos medicamentos pueden ser vitales para muchos, la evidencia sobre las prácticas de descontinuación segura es igualmente importante para garantizar que los pacientes se sientan apoyados a lo largo de su proceso de tratamiento. La introducción de guías como las creadas por el Dr. Horowitz representa un paso hacia un enfoque más holístico e informado en la atención de la salud mental en Australia, fomentando un entorno donde los pacientes puedan navegar su recuperación con confianza.