Las doctoras enfrentan un alarmante riesgo de suicidio un 76% más alto, se necesita acción urgente ahora.

Las doctoras enfrentan un alarmante riesgo de suicidio un 76% más alto, se necesita acción urgente ahora.

Un estudio de BMJ revela que las doctoras enfrentan un riesgo de suicidio un 76% mayor que el de la población general, lo que destaca preocupaciones urgentes sobre la salud mental.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Salud 22.08.2024

Los alarmantes hallazgos de un análisis reciente publicado en el BMJ han puesto de manifiesto una preocupante disparidad en los resultados de salud mental entre las doctoras. El estudio analizó datos de 39 estudios observacionales en 20 países, revelando que las médicas enfrentan un riesgo de suicidio un 76% mayor que el de la población general. Si bien las tasas de suicidio entre los médicos han mostrado una disminución, el riesgo elevado para las mujeres en la profesión requiere atención y acción urgentes. Las estadísticas son desalentadoras: en EE. UU., se reporta que un médico muere por suicidio cada día, mientras que en el Reino Unido se observa una tragedia similar cada diez días. La inconsistencia en las tasas de suicidio reportadas en diferentes países subraya la complejidad del problema y la necesidad de investigaciones específicas. Los investigadores de la Universidad de Viena examinaron estudios que datan de 1960 y descubrieron que, aunque los médicos varones no muestran un riesgo de suicidio aumentado en comparación con la población general, sí están en mayor riesgo en comparación con otros profesionales de similar nivel socioeconómico. Esta comprensión matizada de los datos enfatiza que los desafíos enfrentados por médicos hombres y mujeres son distintos y requieren intervenciones personalizadas. El análisis también destacó la posible exacerbación de los problemas de salud mental debido a la pandemia de COVID-19, un período que ha impuesto una presión sin precedentes sobre los trabajadores de la salud. Factores como el aumento de los niveles de depresión y el abuso de sustancias entre los médicos se han vinculado a esta crisis, lo que hace que la necesidad de estrategias de prevención efectivas sea más crucial que nunca. Expertos y defensores están pidiendo una acción inmediata para abordar las vulnerabilidades específicas que enfrentan las doctoras. Un editorial reciente de Doctors in Distress, una organización benéfica dedicada a apoyar a los profesionales de la salud, enfatizó la necesidad de más estudios para explorar problemas subyacentes como la discriminación y el acoso sexual que pueden contribuir al elevado riesgo de suicidio entre las mujeres en medicina. Abogan por el desarrollo y la evaluación de intervenciones específicas de género destinadas a proteger la salud mental de las doctoras. Katie Hardcastle, gerente de investigación senior en Samaritans, expresó sentimientos similares, enfatizando la importancia de crear un entorno de apoyo donde los trabajadores de la salud se sientan empoderados para buscar ayuda sin temor al estigma. El llamado a apoyo en salud mental también resuena dentro del NHS, con funcionarios reconociendo que el bienestar del personal es integral a su estrategia de fuerza laboral. Han implementado diversos recursos de salud mental, incluidos servicios de apoyo confidenciales disponibles las 24 horas y opciones de trabajo flexible, pero reconocen que se necesita hacer más para fomentar una cultura donde buscar ayuda sea algo normal. La evidencia es clara y el momento de actuar es ahora. A medida que el discurso sobre la salud mental en la profesión médica continúa evolucionando, es imperativo que las partes interesadas —desde investigadores hasta responsables de políticas— prioricen los desafíos únicos que enfrentan las doctoras. El compromiso con medidas efectivas de prevención y apoyo en salud mental podría ser, sin duda, una iniciativa que salve vidas para aquellos que dedican sus vidas a cuidar de los demás.

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