Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En medio de la intensificación de las temporadas de incendios forestales en los Estados Unidos, un nuevo informe destaca una preocupante brecha en las respuestas de salud pública que amenaza la seguridad de las personas embarazadas y sus bebés en desarrollo. La investigación, realizada por Human Rights Watch y la organización sin fines de lucro de salud perinatal Nurturely, revela alarmantes deficiencias en la comunicación de los riesgos de incendios forestales y las medidas de seguridad a los trabajadores de la salud que atienden a estas poblaciones vulnerables. Con los incendios forestales siendo cada vez más reconocidos por sus efectos perjudiciales en la salud materna y neonatal—incluidos los riesgos de bajo peso al nacer y parto prematuro—los expertos están pidiendo una acción urgente por parte de los responsables de políticas y funcionarios de salud pública. Skye Wheeler, investigadora de Human Rights Watch y una de las autoras del informe, enfatizó la desconexión entre las crecientes amenazas de incendios forestales y las respuestas insuficientes de las autoridades sanitarias. "Aunque sabemos que los incendios forestales continúan intensificándose en EE. UU., aún no vemos el tipo de respuesta que necesitamos", afirmó. El informe encuestó a más de 50 profesionales de la salud en Oregón, un estado que recientemente ha enfrentado su peor temporada de incendios forestales. Muchos trabajadores de la salud informaron una falta de orientación por parte de los funcionarios de salud pública sobre los riesgos específicos que los incendios forestales representan para las personas embarazadas. Para muchos, la carga de la investigación recae sobre ellos para proporcionar información precisa a los pacientes, en lugar de recibir las perspectivas y datos necesarios de las autoridades. Particularmente preocupante es la afirmación del informe de que las comunicaciones de salud pública no están llegando a las comunidades más en riesgo. Las poblaciones vulnerables, incluidos los sin hogar y las personas que no hablan inglés, a menudo carecen de acceso a recursos protectores esenciales, como filtros de aire, durante los períodos de alto riesgo. La necesidad de una comunicación efectiva es crítica, especialmente porque estas comunidades ya están en un riesgo elevado de resultados adversos para la salud relacionados tanto con determinantes ambientales como sociales. Los proveedores de atención médica expresaron frustración por las limitaciones del modelo actual de atención clínica, que a menudo prioriza interacciones breves con los pacientes y deja poco espacio para discusiones comprometidas sobre los riesgos ambientales. Las doulas, que a menudo pasan más tiempo con los clientes y proporcionan información crucial, son escasas, lo que agrava aún más el problema. Rebecca Schmidt, profesora asociada de epidemiología, señaló que muchos clínicos carecen de la capacitación adecuada sobre los riesgos para la salud asociados con la exposición a incendios forestales. "En este momento, no creo que los clínicos hayan sido capacitados adecuadamente sobre esas posibles exposiciones y lo que podrían estar haciendo a la salud de los pacientes", comentó. Esto es particularmente preocupante en un país donde los resultados de salud materna están rezagados en comparación con los de otras naciones de altos ingresos. El informe llama la atención sobre las marcadas disparidades raciales en la salud materna, destacando que las mujeres negras tienen tres veces más probabilidades de morir por complicaciones relacionadas con el embarazo en comparación con sus contrapartes blancas. Además, las mujeres de color enfrentan una exposición desproporcionada a la contaminación del aire y condiciones ambientales adversas, lo que puede llevar a pesos al nacer más bajos y otras serias implicaciones para la salud. Para combatir estos desafíos, los expertos sugieren que los funcionarios de salud pública implementen estrategias efectivas para mitigar los riesgos asociados con el humo de los incendios forestales. Las recomendaciones incluyen distribuir máscaras N95 gratuitas, garantizar el acceso a refugios con aire limpio y educar a las comunidades vulnerables sobre cómo minimizar la exposición durante los eventos de incendios forestales. En última instancia, el informe subraya la urgente necesidad de cambios sistémicos para abordar las causas raíz de las disparidades en salud relacionadas con el clima. A medida que el cambio climático continúa exacerbando los riesgos ambientales como los incendios forestales, los investigadores enfatizan que reducir las emisiones de gases de efecto invernadero debe ser una prioridad. "Necesitamos cerrar el grifo", advirtió Wheeler, enfatizando que sin cambios fundamentales para abordar la crisis climática y sus implicaciones para la salud, la carga sobre los trabajadores de salud en la primera línea solo se volverá más pesada. Los hallazgos de este informe sirven como un llamado a la acción para los responsables de políticas, los proveedores de atención médica y los funcionarios de salud pública para priorizar la protección de las personas embarazadas y los fetos de los devastadores impactos de los incendios forestales, asegurando que nadie quede vulnerable ante un clima en constante cambio.