Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Este miércoles 21 de agosto, Colombia fue escenario de un temblor de magnitud 2.0 que tuvo su epicentro en Los Santos, un municipio ubicado en el departamento de Santander. Este fenómeno natural, que ocurrió en horas de la mañana, volvió a poner de manifiesto la actividad sísmica constante que caracteriza al país, considerado uno de los más sísmicamente activos de la región. El Servicio Geológico Colombiano (SGC), la entidad responsable del monitoreo y la difusión de información sobre sismos, informó que el temblor se produjo a una distancia de 5 kilómetros de Los Santos, afectando también a los municipios cercanos de Jordán y Zapatoca, a 7 y 15 kilómetros respectivamente. Aunque la magnitud del sismo fue menor, los habitantes de la región sintieron la sacudida, lo que generó preocupación entre la población local. Colombia se encuentra geográficamente situada en una zona de alta actividad tectónica, lo que la convierte en un territorio propenso a los movimientos sísmicos. La cordillera de los Andes, que atraviesa el país de norte a sur, es el resultado de la colisión de las placas tectónicas Nazca y Sudamericana, siendo esta interacción la causa de la mayoría de los temblores que se registran en el país. Por esta razón, Santander, Huila, Meta y Cundinamarca son algunos de los departamentos donde los temblores son más frecuentes. La importancia de estar preparados ante estos fenómenos es vital. A pesar de que el sismo de hoy no causó daños significativos ni se reportaron heridos, la experiencia de eventos sísmicos de mayor magnitud en el pasado ha dejado lecciones sobre la necesidad de contar con planes de contingencia y protocolos de evacuación en caso de emergencias. Las autoridades locales y nacionales han instado a la ciudadanía a mantenerse informados y a participar en simulacros que pueden salvar vidas. El SGC también subraya la importancia de la educación sísmica. Conocer qué hacer durante un temblor y cómo actuar después es crucial para minimizar riesgos. En este sentido, muchas instituciones educativas han comenzado a incluir en sus currículos programas de formación sobre desastres naturales, enfocándose en cómo identificar y reaccionar ante sismos. La comunidad científica, por su parte, sigue investigando sobre los patrones sísmicos en el país. A través de datos históricos y tecnología avanzada, buscan mejorar los sistemas de alerta temprana y la precisión en la predicción de movimientos telúricos. Sin embargo, a pesar de los avances, es importante recordar que la predicción exacta de sismos sigue siendo un desafío para los expertos. Los habitantes de Los Santos y sus alrededores, tras el temblor de hoy, han compartido sus experiencias en redes sociales, donde algunas personas expresaron sorpresa y otras, resignación, al considerar que estos eventos son parte de la vida en la región. Este tipo de reacciones son comunes en comunidades que viven en zonas de alto riesgo sísmico y reflejan una mezcla de familiaridad y temor. Las autoridades de gestión del riesgo se han comprometido a realizar seguimiento a la situación, asegurando que la población esté informada y que se tomen las medidas adecuadas para garantizar la seguridad de todos. Como parte de estos esfuerzos, se han programado reuniones con líderes comunitarios para discutir la mejor forma de abordar la prevención y la respuesta ante futuros temblores. Con este reciente sismo, se reitera la necesidad de que los colombianos sigan atentos a la información emitida por el SGC y las autoridades locales. Mantener una cultura de prevención y estar preparados ante cualquier eventualidad es la mejor forma de enfrentar la naturaleza y sus desafíos.