Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Los incendios forestales recientes en Canadá han puesto de relieve una alarmante realidad: los cuerpos de bomberos municipales no están preparados para enfrentarse a esta creciente amenaza. La experiencia del bombero Joe Triff, quien ha vivido en carne propia la devastación de estos siniestros, ilustra un panorama desolador. En mayo de 2023, un incendio en Upper Tantallon quemó más de 900 hectáreas y forzó la evacuación de más de 16,000 personas, dejando 151 viviendas destruidas. Triff, vicepresidente de la Asociación de Bomberos Profesionales de Halifax, recuerda el caos y el miedo que se apoderaron de sus colegas, muchos de los cuales intentaban salvar sus propias casas mientras luchaban contra las llamas. Un reciente informe del Departamento de Bomberos y Emergencias de la Región subraya la falta de preparación que enfrentaron los bomberos urbanos durante la crisis. Estos profesionales están entrenados para combatir incendios en espacios cerrados, pero no cuentan con la experiencia, la formación ni el equipamiento necesario para lidiar con incendios forestales. Este desfase en las capacidades se vuelve aún más preocupante cuando se considera que se espera que la frecuencia de los incendios forestales aumente en áreas urbanas, impulsada por el cambio climático y el crecimiento de las ciudades. Ken McMullen, presidente de la Asociación Canadiense de Jefes de Bomberos, ha señalado que el riesgo de incendios forestales en entornos urbanos es ahora más alto que en años anteriores. Los ejemplos son contundentes: el incendio que devastó un tercio de la ciudad de Jasper en Alberta, los siniestros que destruyeron propiedades en la región de Shuswap, y el catastrófico incendio de Lytton en 2021. Estos eventos son un recordatorio de que la intersección entre la expansión urbana y los incendios forestales es un nuevo desafío que debe enfrentarse con urgencia. La tendencia es clara: hay más comunidades en riesgo y, al mismo tiempo, un aumento en el desarrollo urbano en paisajes que tradicionalmente estaban libres de tales amenazas. Mike Flannigan, experto en incendios forestales, advierte que estas situaciones solo empeorarán a medida que el planeta siga calentándose. "Cada vez hay más incendios y más comunidades afectadas", asegura, enfatizando la necesidad de una preparación adecuada para enfrentar esta nueva realidad. Aunque los gobiernos provinciales son responsables de la gestión de incendios forestales, los cuerpos de bomberos municipales también se ven obligados a intervenir cuando las llamas se acercan a áreas urbanas. Las diferencias en las tácticas y el equipamiento necesario para la extinción de incendios forestales contrastan con las habilidades requeridas para manejar emergencias en entornos urbanos. Esta falta de coordinación entre los diferentes servicios de emergencia se ha vuelto una preocupación apremiante. El informe del Departamento de Bomberos y Emergencias de la Región reveló que los bomberos enfrentaron problemas como lesiones por calzado inadecuado y falta de equipo de protección personal adecuado. Triff ha señalado que la falta de equipamiento no solo afecta la capacidad de respuesta, sino que también tiene un impacto psicológico negativo en los bomberos, quienes se encuentran en situaciones extremadamente estresantes sin las herramientas necesarias para protegerse. A pesar de estas dificultades, hay un esfuerzo concertado por mejorar la preparación ante futuras crisis. Kara McCurdy, directora del programa de mitigación de incendios forestales, ha declarado que su equipo está trabajando en medidas de mejora. Desde la adquisición de mejores equipos hasta la implementación de formaciones más efectivas, se están tomando pasos significativos para abordar las deficiencias existentes. Además, el gobierno federal ha destinado fondos para capacitar a los bomberos urbanos en la lucha contra incendios forestales. Este programa, denominado "Responding to the Interface", se implementará en las provincias marítimas y tiene como objetivo preparar a los equipos para enfrentar situaciones extremas. Este tipo de iniciativas son cruciales, dado que el cambio climático ha alterado las dinámicas de los incendios y su impacto en las comunidades. Sin embargo, Triff y otros bomberos se encuentran preocupados por la velocidad del cambio y la capacidad de respuesta de los sistemas actuales. “Si mañana se produjera otro incendio forestal, no creemos que estaríamos más preparados”, afirma, reflejando un sentimiento de urgencia ante la inminente llegada de más catástrofes naturales. El futuro de la lucha contra incendios forestales en Canadá se presenta incierto, pero también lleno de oportunidades para mejorar la resiliencia de los cuerpos de emergencia. Con la creciente preocupación por el clima y su impacto en la seguridad de las comunidades, es esencial que se adopte un enfoque proactivo y no solo reactivo. Las vidas y el bienestar de miles de personas dependen de ello.