La falta de sueño impacta la salud física y mental de la sociedad moderna

La falta de sueño impacta la salud física y mental de la sociedad moderna

La falta de sueño afecta gravemente la salud física y mental. Más del 30% de la población occidental sufre trastornos del sueño.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Salud 21.08.2024

La falta de sueño se ha convertido en una preocupación creciente en la sociedad moderna, donde las exigencias diarias parecen no dar tregua. Ya no es solo una cuestión de cansancio; los efectos de no dormir adecuadamente se extienden mucho más allá de lo físico, impactando también la salud mental de quienes padecen de insomnio. Según un estudio reciente, más del 30% de la población occidental experimenta algún tipo de trastorno del sueño, un dato alarmante que pone de manifiesto la necesidad de abordar este problema de manera urgente. El neurofisiólogo clínico Oscar Larrosa Gonzalo, experto en medicina del sueño y responsable de la Unidad de Trastornos del Sueño de MIPsalud en Madrid, ha alertado sobre las implicaciones que tiene la falta de descanso en la calidad de vida. En sus palabras, “los trastornos del sueño significativos no controlados, a medio-largo plazo, destrozan la calidad de vida y machacan la salud física y mental”. Este mensaje claro y contundente resuena en un mundo donde, a menudo, el descanso es visto como un lujo en lugar de una necesidad. Es importante señalar que el insomnio no solo se traduce en una jornada de mayor cansancio. Larrosa Gonzalo advierte que sus consecuencias son mucho más graves, ya que pueden llevar a trastornos metabólicos como el aumento del colesterol y el riesgo de enfermedades como la diabetes, así como complicaciones cardiovasculares. Una noche de mal sueño se convierte, en el transcurso de los años, en un cóctel tóxico para el organismo. El efecto del sueño en la salud mental es igualmente preocupante. La falta de descanso adecuado puede contribuir a la aparición de trastornos de ansiedad y depresión, condiciones que han visto un incremento notable en tiempos recientes. Los individuos que no logran dormir bien suelen experimentar dificultades para concentrarse y recordar información, lo que complica aún más la realización de tareas diarias y afecta su rendimiento laboral y académico. A medida que la sociedad continúa enfrentándose a un ritmo de vida acelerado, la subestimación del sueño se convierte en un problema generalizado. Muchas personas optan por sacrificar horas de descanso en favor de cumplir con responsabilidades laborales o personales, sin entender que esta decisión tiene un costo elevado. Tal como indica Larrosa, “se puede decir que somos lo que dormimos, en cantidad y calidad", un recordatorio de que el descanso es fundamental para mantener una vida equilibrada. Para quienes buscan mejorar su calidad de sueño, existen métodos efectivos que pueden ayudar a relajar tanto el cuerpo como la mente. La técnica de meditación, por ejemplo, ha demostrado ser un aliado poderoso para reducir el estrés y la ansiedad, favoreciendo un estado mental propicio para el descanso. Dedicar unos minutos al día a la meditación puede ser el primer paso hacia noches más tranquilas. Otra estrategia es la práctica de ejercicios de respiración profunda. Inhalar y exhalar de forma controlada no solo ayuda a calmar la mente, sino que también promueve la relajación muscular, facilitando el proceso de transición al sueño. Incorporar esta práctica en la rutina nocturna puede resultar en una experiencia de descanso más profunda y reparadora. Asimismo, establecer una rutina de sueño consistente es fundamental. Irse a la cama y despertarse a la misma hora todos los días ayuda a regular el reloj biológico, lo que facilita la conciliación del sueño y mejora su calidad. Este hábito puede parecer simple, pero tiene un impacto significativo en la salud general. El entorno también juega un papel crucial en la calidad del sueño. Mantener una habitación oscura, tranquila y a una temperatura agradable puede crear un ambiente propicio para el sueño. Es recomendable evitar el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir, ya que la luz azul que emiten puede interferir con la producción de melatonina, la hormona responsable del sueño. En resumen, la falta de sueño es un problema serio que no debe ser ignorado. Los efectos sobre la salud física y mental son alarmantes, y es vital que la sociedad tome conciencia sobre la importancia de priorizar el descanso. Al adoptar prácticas que fomenten un mejor sueño, podemos mejorar no solo nuestra calidad de vida, sino también nuestra salud en general. La hora de dormir no es un tiempo perdido; es un tiempo ganado para vivir plenamente.

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