Amantes de la carne, tengan cuidado: estudios revelan vínculos entre el consumo de carne y el riesgo de diabetes tipo 2.

Amantes de la carne, tengan cuidado: estudios revelan vínculos entre el consumo de carne y el riesgo de diabetes tipo 2.

Estudios recientes vinculan las dietas ricas en carne con un mayor riesgo de diabetes tipo 2, instando a la moderación y a una dieta equilibrada para obtener mejores resultados de salud.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Salud 21.08.2024

Las implicaciones de una dieta rica en carne sobre la salud han sido un tema de discusión entre nutricionistas y expertos en salud durante años, pero dos estudios recientes han arrojado nueva luz sobre la relación entre el consumo de carne y el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. A medida que más personas en todo el mundo adoptan dietas centradas en la carne, comprender estos riesgos se ha vuelto cada vez más vital. El primero de los estudios recientes, publicado en The Lancet Diabetes and Endocrinology, recopiló datos de casi dos millones de adultos en 31 estudios, abarcando diversas poblaciones desde Estados Unidos hasta Europa y Asia. Esta extensa investigación buscó analizar los hábitos dietéticos de los participantes y evaluar sus resultados de salud durante un promedio de diez años. Tras tener en cuenta varios factores de confusión, como el tabaquismo, el índice de masa corporal, la inactividad física y el historial familiar de diabetes, los hallazgos señalaron una clara relación entre el consumo de carne y un aumento en el riesgo de diabetes tipo 2. Específicamente, el estudio informó que consumir solo 1.8 onzas de carne procesada al día—equivalente a una salchicha de tamaño mediano o un par de rebanadas de tocino—se asociaba con un aumento del 15 por ciento en el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Mientras tanto, una ingesta diaria de 3.5 onzas de carne roja no procesada—aproximadamente un filete pequeño—correlacionaba con un aumento del 10 por ciento en el riesgo. Si bien estas cifras son alarmantes, la investigación también señaló un posible vínculo con el consumo de aves de corral, indicando que una porción al día podría elevar el riesgo de diabetes en un 8 por ciento. Sin embargo, este hallazgo fue menos consistente y predominantemente significativo en estudios realizados en Europa, lo que sugiere que se necesita más investigación para sacar conclusiones más amplias. La Dra. Nita Forouhi, profesora de salud poblacional y nutrición en la Universidad de Cambridge y principal investigadora del estudio, enfatizó un mensaje clave: reducir la ingesta de carnes rojas y procesadas puede ser beneficioso para disminuir el riesgo de diabetes. Esto se alinea con las preocupaciones en curso sobre los impactos en la salud de un alto consumo de carne, especialmente en relación con enfermedades crónicas. Los hallazgos de estos estudios resuenan con investigaciones anteriores, incluido un estudio sustancial de EE. UU. publicado en octubre que también destacó los peligros asociados con una dieta alta en carnes rojas y procesadas. A medida que crece la evidencia, los profesionales de la salud continúan abogando por una dieta más equilibrada que incluya una variedad de grupos de alimentos, enfocándose en incorporar más frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras, mientras se minimiza el consumo de carne. A medida que los amantes de la carne lidian con las implicaciones de esta investigación, es esencial encontrar un equilibrio. El disfrute de alimentos como el filete, la salchicha y el salami no tiene por qué desaparecer por completo; en su lugar, la moderación y un consumo consciente pueden desempeñar papeles clave en la consecución de un estilo de vida más saludable. A medida que los científicos descubren más vínculos entre la dieta y la salud, las personas pueden darse cuenta de que tomar decisiones informadas sobre su consumo de carne puede allanar el camino hacia mejores resultados de salud a largo plazo.

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