Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En un esfuerzo comunitario que resalta la importancia de la conservación ambiental, un grupo de jóvenes de San José Tierra Colorada, junto con autoridades locales, ha emprendido una valiente iniciativa de reforestación en las zonas devastadas por incendios forestales en Putla de Guerrero, Oaxaca. Esta campaña surge tras la pérdida de aproximadamente 80 hectáreas de bosques en mayo pasado, que devastaron no solo la vegetación, sino también los recursos hídricos y la fauna de la región. Los jóvenes putlecos, motivados por el deseo de restaurar su entorno, iniciaron un proyecto de reforestación que combina tecnología moderna y conocimientos tradicionales. A través de estudios y mapeos realizados con drones, lograron identificar las áreas más afectadas y determinar los tipos de árboles endémicos más adecuados para la reforestación. Su compromiso con el medio ambiente es palpable, y este martes marcaron el inicio de su tercera campaña plantando cerca de 500 árboles en una jornada que unió a la comunidad. Amisarai Ventura, una de las integrantes del grupo, compartió su emoción por el proyecto: "Desde chiquitos hemos disfrutado de los miradores, del bosque de Tierra Colorada, además del suministro de agua. Por eso gestionamos un proyecto ante la Comisión Estatal Forestal (Coesfo) con solicitudes y documentos, logrando conseguir 10 mil árboles." Este esfuerzo ha visto el apoyo no solo de los jóvenes, sino también de negocios locales y autoridades, evidenciando un fuerte sentido de comunidad. Entre los árboles que se están sembrando se encuentran cedros y fresnos, especies nativas que son esenciales para la recuperación del ecosistema local. "Ya hemos reforestado parajes como El Paso del Chivo y El Naranjo", comentó Manuel Solano Olivera, agente municipal, quien también destacó la participación del presidente municipal en este proceso. El compromiso de las autoridades y la población se ha consolidado en una acción conjunta hacia un futuro más sostenible. Es importante señalar que el incendio que arrasó con gran parte de esta área duró más de tres días y afectó principalmente a los ocotes y ocotillos, que tenían entre 10 y 15 años de vida. Esta pérdida ha sido devastadora, pues no solo se trata de árboles, sino de la captura de agua vital para la comunidad. "Se quemó todo donde estaban las captaciones de agua para el municipio y para la comunidad de Tierra Colorada", enfatizó Solano. En un escenario donde el cambio climático se manifiesta con sequías extremas y un aumento en la frecuencia de incendios, la labor de estos jóvenes se torna aún más crucial. Tal como afirma el agente municipal, "debemos cuidar nuestros bosques; no fumar en los cerros y evitar provocar incendios por cualquier situación. La naturaleza es muy frágil y, como hemos visto, puede salir de control". La mayoría de los jóvenes involucrados en esta iniciativa son estudiantes y algunos ya han egresado, lo que demuestra el interés y la responsabilidad de las nuevas generaciones hacia la conservación del medio ambiente. Entre ellos, destacan nombres como Alberto Vásquez, Jairo Pimentel, Karina Santos y Mari Vélez, quienes han liderado esta causa con pasión y dedicación. Además de la reforestación, el grupo está promoviendo la entrega de árboles a las familias de la comunidad, estableciendo un compromiso de siembra. Se ha redactado un documento donde se pide a los beneficiarios que planten los árboles en un plazo de una semana, y en caso de no cumplir, deberán regresar las plantas. Esta acción asegura que cada árbol tenga una oportunidad real de crecer y contribuir a la reforestación del área. Los jóvenes también han desarrollado un seguimiento para garantizar el crecimiento de las plantas. Según sus estudios, se estima que un 80% de los árboles recién plantados sobrevivirán gracias a la atención continua durante la época de sequía. "Ya estamos viendo cómo nos vamos a coordinar para supervisar el crecimiento de los árboles", concluyeron, reafirmando su compromiso con el proyecto. La historia de estos jóvenes en Oaxaca es un testimonio del poder de la comunidad y la importancia de la juventud en la búsqueda de soluciones a los retos ambientales actuales. Su trabajo no solo tiene un impacto inmediato en la reforestación, sino que también siembra la semilla del cambio en la conciencia colectiva hacia una relación más armónica con la naturaleza.