Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En una reciente conferencia de prensa, Jean Kaseya, el director de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de África (Africa CDC), instó apasionadamente a la comunidad internacional a abstenerse de imponer prohibiciones de viaje a las naciones africanas que enfrentan un brote de mpox. La llamada de Kaseya a la solidaridad se produce en medio de estadísticas preocupantes, con aproximadamente 1,400 nuevos casos y 24 muertes reportadas en la última semana vinculadas a una nueva cepa del virus. Kaseya enfatizó la necesidad de apoyo en lugar de medidas punitivas, afirmando: “No castiguemos a África. Necesitamos solidaridad, necesitamos que nos brinden apoyo adecuado. Esta vacuna es cara.” Sus comentarios destacan una perspectiva crítica de que las restricciones de viaje podrían no solo obstaculizar los esfuerzos del continente para gestionar el brote, sino también reflejar las inequidades enfrentadas durante la pandemia de COVID-19. La República Democrática del Congo (RDC), identificada como la fuente de este brote, ha visto un aumento significativo en los casos, con el ministro de salud de la RDC, Roger Kamba, reportando 16,700 casos y 570 muertes solo este año. Kaseya expresó su esperanza de que las vacunas estén disponibles pronto en la RDC, subrayando la importancia de establecer redes de pruebas comunitarias robustas para garantizar que no se detecten casos no reportados. Al abordar la respuesta global al brote de mpox, Kaseya señaló las discusiones en curso con Bavarian Nordic, un fabricante de vacunas, sobre la posibilidad de producción local para reducir costos. La empresa ha indicado su disposición a proporcionar 2 millones de dosis este año, condicionada a una acción rápida y negociaciones exitosas con la Organización Mundial de la Salud (OMS). Si bien la mayoría de los casos en el brote global del año pasado se observaron en hombres homosexuales y bisexuales, es notable que en el actual brote de la RDC, los niños representan un asombroso 70% de los casos. Este cambio subraya la urgente necesidad de una educación integral sobre la enfermedad y su transmisión, especialmente dado que existen malentendidos sobre cómo se propaga el mpox. Kaseya hizo un llamado a aumentar la conciencia de que el virus puede transmitirse a través del contacto cercano con una persona infectada, no solo a través de actividades sexuales. Expertos como el virólogo congoleño Prof. Jean-Jacques Muyembe han subrayado la importancia de recordar las lecciones aprendidas de pandemias anteriores, abogando por la continuidad de prácticas de salud pública que promuevan la higiene y las interacciones seguras. “Debemos volver a implementar todo esto y no perder de nuestra memoria lo que hemos aprendido de enfermedades pasadas,” afirmó, reforzando la necesidad de un enfoque multifacético para combatir el mpox. El director regional de la OMS para Europa, Hans Kluge, ha señalado que el mpox no debe compararse con COVID-19, ya que el conocimiento existente sobre la enfermedad permite estrategias de contención más efectivas a través de la vigilancia y el compromiso comunitario. Con la mayoría de los casos actuales ubicados en la RDC, también se han reportado casos de la cepa 1b apareciendo en Kenia, Ruanda y Uganda, aumentando la urgencia de respuestas regionales coordinadas. A medida que la situación se desarrolla, el mensaje de Kaseya resuena con fuerza: la lucha contra el mpox en África requiere solidaridad global, acceso equitativo a recursos de salud y un compromiso de aprender de los desafíos de salud pública pasados en lugar de repetir patrones históricos de aislamiento y estigmatización.