Plan Parenthood recorta servicios clave, dejando a los pacientes de Manhattan en necesidad crítica.

Plan Parenthood recorta servicios clave, dejando a los pacientes de Manhattan en necesidad crítica.

Planned Parenthood de Nueva York reducirá servicios vitales en Manhattan, citando problemas financieros, lo que alarma a empleados y pacientes sobre el acceso a la atención.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Salud 17.08.2024

En un cambio significativo que ha dejado a muchos en la comunidad de la salud inquietos, Planned Parenthood of Greater New York (PPGNY) ha anunciado que dejará de ofrecer varios servicios de salud reproductiva vitales en su clínica de Manhattan, incluidos los abortos después de las 20 semanas y la sedación profunda durante los procedimientos. Este cambio, que entrará en vigor el 3 de septiembre, se produce mientras la organización enfrenta serias dificultades financieras, que se han visto agravadas por las tarifas de reembolso de Medicaid estancadas. Actualmente, la clínica de Manhattan es única en el estado de Nueva York por proporcionar abortos hasta las 24 semanas, un servicio crítico para aquellos que pueden enfrentar circunstancias médicas o personales complejas más adelante en sus embarazos. Como la única ubicación de Planned Parenthood en el estado que ofrece este nivel de atención, los recortes inminentes han generado alarmas entre el personal y los pacientes. Con más de la mitad de la clientela de la clínica dependiendo de Medicaid, las implicaciones financieras de estas reducciones de servicio podrían limitar aún más el acceso a atención médica esencial para una población vulnerable. Los miembros del personal de la clínica han expresado su descontento por los recortes, considerando cualquier reducción en el acceso como "devastadora". Han señalado que los cambios afectarán desproporcionadamente a un grupo marginado de pacientes que ya enfrentan un estigma significativo en torno a los abortos en etapas avanzadas. Algunos empleados informaron que la clínica ya ha detenido silenciosamente ciertos servicios, dejando a los pacientes desprevenidos y angustiados al llegar a sus citas. La decisión de eliminar la sedación profunda—una opción crítica para muchos pacientes, incluidos menores y sobrevivientes de traumas—ha suscitado particular ira. Actualmente, solo ciertos pacientes pueden acceder a este servicio bajo condiciones específicas, dejando a muchos sin otra opción que proceder con sedación moderada o anestesia local, que puede ser insuficiente para aquellos con sensibilidades aumentadas o preocupaciones de salud. Tales limitaciones ya han llevado a algunos pacientes a renunciar a procedimientos necesarios por completo, lo que ha provocado ansiedad y frustración tanto en el personal como en la comunidad de pacientes. En respuesta a los recortes de servicio inminentes, más de 115 empleados firmaron una petición instando a la gerencia de PPGNY a reconsiderar su decisión y renovar los contratos con los proveedores de anestesia. Los miembros del personal enfatizaron la importancia de la sedación profunda, particularmente para aquellos con condiciones de salud mental o que han experimentado traumas, afirmando que el confort y la elección del paciente deben seguir siendo primordiales en la atención de salud reproductiva. Wendy Stark, CEO de PPGNY, reconoció los cambios operativos como "desgarradores" y citó déficits presupuestarios significativos—que superan los 10 millones de dólares—como un factor determinante detrás de los cierres y reducciones de servicio. Stark ha pedido a los legisladores estatales que aumenten las tarifas de reembolso de Medicaid para abortos con medicamentos, enfatizando la necesidad de cambios sistémicos para apoyar los servicios de salud reproductiva. Si bien los líderes de PPGNY han declarado que los nuevos límites gestacionales afectarán "solo" a un pequeño número de pacientes—refiriéndose a las 282 personas que tuvieron abortos después de las 20 semanas en el año actual—los miembros del personal han contraargumentado que tal perspectiva ignora el profundo impacto en los afectados, calificándolo como "daño colateral intolerable". A medida que se acerca la fecha límite de septiembre, las implicaciones de estos recortes son grandes, no solo para la clínica de Manhattan, sino para la red más amplia de servicios de salud reproductiva en Nueva York. Los defensores y proveedores de salud se enfrentan a la urgente necesidad de una solución sostenible que priorice el acceso a una atención reproductiva integral, particularmente para aquellos que corren el mayor riesgo de ser marginados en el cambiante panorama de los servicios de salud.

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