Andalucía reduce incendios, pero la superficie quemada alcanza niveles alarmantes

Los incendios forestales en Andalucía han mostrado una clara disminución en el número de siniestros este año, registrando un 20 % menos que la media de la última década. Sin embargo, la superficie quemada ha alcanzado las 5.500 hectáreas, una cifra que contrasta notablemente con las 1.200 hectáreas afectadas en el 2023, un año que se consideró excepcionalmente bueno en términos de prevención y control de incendios. Esta disparidad revela la complejidad de la situación y la necesidad de un análisis más profundo sobre las dinámicas que están en juego. El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ofreció esta información durante su visita a las áreas impactadas por el incendio forestal ocurrido en julio de 2022 en Mijas, Málaga. A pesar de la reducción en el número de incendios, el hecho de que la superficie quemada haya vuelto a niveles alarmantes pone de manifiesto la importancia de las campañas de prevención y la inversión en recursos para combatir estos siniestros. A pesar de que se han realizado 372 intervenciones hasta la fecha, 128 menos que en el año anterior, queda claro que la situación sigue siendo crítica. Moreno destacó que Andalucía cuenta con uno de los dispositivos más robustos para la lucha contra incendios en el país, con un incremento del 15 % en el número de vehículos autobomba, alcanzando un total de 101. A estos se suman 44 aeronaves y un equipo de 2.700 profesionales del Infoca, quienes se dedican incansablemente a la protección de los bosques andaluces. Este amplio despliegue de recursos subraya la seriedad con la que la comunidad autónoma aborda el desafío de los incendios forestales. El presidente también se refirió a las labores de recuperación del terreno afectado por el incendio del año anterior, que devastó casi 2.000 hectáreas en los municipios de Mijas, Alhaurín de la Torre y Alhaurín el Grande. Gracias a un esfuerzo extraordinario en la regeneración del monte, que se ha llevado a cabo con un presupuesto de dos millones de euros, estas áreas están ahora listas para su reforestación. Este tipo de iniciativas resultan esenciales no solo para restaurar el ecosistema, sino también para prevenir futuros incendios al mejorar la salud del bosque. Moreno explicó que las labores de prevención deben incluir obras estructurales como diques de contención para evitar los efectos de lluvias torrenciales, la limpieza de residuos forestales y la regeneración del terreno. Esta estrategia integral busca no solo mitigar el impacto inmediato de los incendios, sino también fomentar un entorno más resiliente a largo plazo. Al mismo tiempo, hizo un llamamiento a la prudencia y la responsabilidad de los ciudadanos para evitar comportamientos que puedan iniciar incendios. En otro ámbito, se reportó un incendio forestal en Almuñécar, que afectó unas 590 hectáreas desde el pasado martes. Este incendio fue controlado gracias a la acción rápida y decidida del Infoca, que movilizó hasta 170 efectivos terrestres y 16 medios aéreos en su lucha contra las llamas. El trabajo de estos profesionales fue crucial para evitar que el fuego se propagara hacia áreas de gran valor ecológico, como el Parque Natural de las Sierras de Almijara, Tejeda y Alhama. La rápida respuesta del Infoca en este caso resalta la importancia de contar con un equipo bien entrenado y equipado, preparado para actuar frente a emergencias. A pesar de los logros en la extinción, la comunidad debe seguir tomando conciencia de los riesgos y adoptar hábitos responsables para proteger el entorno. La prevención sigue siendo la mejor estrategia para combatir un problema que, aunque ha disminuido en número, sigue siendo una amenaza latente en la región. Este año, a pesar de las cifras preocupantes, la experiencia y los recursos acumulados han permitido que Andalucía enfrente los incendios de manera más eficiente. Sin embargo, es crucial no bajar la guardia y seguir trabajando en conjunto para fortalecer las estrategias de prevención y recuperación. La colaboración entre instituciones, profesionales y ciudadanos será clave para asegurar un futuro más seguro y sostenible para los bosques andaluces. A medida que avanza la temporada de incendios, es fundamental que se mantenga un enfoque proactivo en la gestión del fuego y la conservación del patrimonio natural. Las lecciones aprendidas de años anteriores deben servir como base para mejorar las prácticas y asegurar que Andalucía continúe siendo un ejemplo en la lucha contra los incendios forestales. La naturaleza, en su fragilidad, requiere del compromiso de todos, y solo a través de esfuerzos conjuntos se podrá lograr un equilibrio entre el desarrollo humano y la preservación del medio ambiente.