La etiqueta de 'Estilo de Vida' del gobierno para productos menstruales enfrenta reacciones y críticas.

La etiqueta de 'Estilo de Vida' del gobierno para productos menstruales enfrenta reacciones y críticas.

La propuesta del gobierno de clasificar los productos menstruales como 'relacionados con el estilo de vida' bajo el NDIS ha enfrentado críticas en medio de las dificultades financieras que enfrentan las personas menstruantes con discapacidades.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Salud 15.08.2024

La reciente propuesta del gobierno federal de clasificar los productos menstruales como artículos "relacionados con el estilo de vida" bajo el Esquema Nacional de Seguro de Discapacidad (NDIS) ha generado un fuerte rechazo, especialmente a la luz de datos de encuestas alarmantes que revelan las dificultades financieras que enfrentan las personas con discapacidades que menstruan. La lista preliminar, que tiene como objetivo recortar $27.9 mil millones del NDIS en los próximos cuatro años, categoriza los productos menstruales junto a artículos como vaporizadores, gastos de juego y consolas de videojuegos, lo que ha suscitado serias preocupaciones sobre el impacto en aquellos que ya enfrentan dificultades económicas. Un informe clave de la organización benéfica Share the Dignity encontró que casi uno de cada tres individuos que menstrua tuvo dificultades para costear productos menstruales en el último año, y un impactante 78% de los encuestados con discapacidades citó problemas para acceder a estos artículos esenciales. La encuesta destacó prácticas alarmantes adoptadas por aquellos que no podían comprar productos menstruales adecuados, incluyendo la improvisación con papel higiénico, lo que plantea profundas preocupaciones sobre la salud y la higiene. Los grupos de defensa, en particular Women with Disabilities Australia (WWDA), han expresado su profundo descontento por la clasificación del gobierno sobre los productos menstruales. Sophie Cusworth, directora ejecutiva interina de WWDA, declaró: "Estamos profundamente decepcionados también porque han sido categorizados como artículos relacionados con el estilo de vida en lugar de productos de asistencia para el cuidado personal". Cusworth enfatizó la necesidad de reconocer los productos menstruales como fundamentales para la higiene, la dignidad y la salud en general, especialmente para aquellos con discapacidades que pueden enfrentar desafíos adicionales como movilidad limitada o riesgos de salud aumentados. Las respuestas de la encuesta revelan realidades desoladoras para muchos; los individuos describieron la incapacidad de usar productos menstruales estándar debido a discapacidades físicas, mientras que otros enfrentaron riesgos graves para la salud, como el síndrome de shock tóxico, debido a dificultades para manejar su menstruación. Las implicaciones de excluir estos artículos necesarios del NDIS podrían llevar a resultados más graves, incluyendo prácticas forzadas de supresión menstrual, que, aunque legalmente permitidas en Australia, son cada vez más vistas como una forma de violencia de género. La senadora Larissa Waters, portavoz de los Verdes para las mujeres, criticó el movimiento del gobierno, instando al Partido Laborista a cumplir su promesa de no recortes al NDIS. "Las personas con discapacidades que menstruan necesitan ver que mantienen esa promesa", afirmó, reforzando la idea de que el acceso a productos menstruales es esencial para mantener la dignidad y la salud. En respuesta a la creciente crítica, el ministro del NDIS, Bill Shorten, reconoció la importancia de los comentarios recibidos. Señaló: "Entiendo y reconozco que hay una amplia gama de productos menstruales que se utilizan para cuestiones relacionadas con la discapacidad". El gobierno ha ampliado el período de consulta para la retroalimentación pública sobre la lista preliminar de exclusión, lo que indica una posible apertura a reconsiderar la clasificación de los productos menstruales. A medida que el gobierno avanza con sus planes para reevaluar los apoyos del NDIS, las voces de los afectados siguen siendo cruciales. El debate sobre la clasificación de los productos menstruales como "relacionados con el estilo de vida" subraya un diálogo más amplio sobre la naturaleza esencial del acceso a productos de salud e higiene para todos, especialmente para los miembros más vulnerables de la sociedad. El resultado de esta decisión no solo impactará en la financiación, sino que también reflejará el valor que se otorga a la dignidad y al cuidado personal de las personas con discapacidades. La protesta pública y los esfuerzos de defensa en las próximas semanas serán fundamentales para dar forma al futuro del acceso a la salud menstrual para las personas con discapacidades en Australia.

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