Huracán Ernesto causa estragos en Puerto Rico y alerta a las Bermudas por su fuerza

El huracán Ernesto ha dejado una huella significativa en Puerto Rico, donde fuertes lluvias y vientos han causado estragos en la infraestructura eléctrica y el bienestar de sus habitantes. Desde la madrugada del miércoles, la isla ha estado bajo una intensa tormenta que ha provocado el apagón de casi la mitad de los servicios eléctricos, afectando a más de 640,000 clientes. Este fenómeno meteorológico, que ya se encuentra en mar abierto, avanza hacia el noreste del Caribe con la posibilidad de alcanzar una categoría 3 o superior, lo que ha encendido las alarmas en las Bermudas. Los vientos sostenidos de 130 km/h que acompaña a Ernesto han generado temor entre los residentes de las áreas más vulnerables. Al mismo tiempo, el aviso de huracán que se ha emitido para las Bermudas resalta la gravedad de la situación. Aunque se han suspendido las alertas de tormenta tropical en Puerto Rico y sus islas exteriores, la amenaza de inundaciones repentinas sigue presente. La situación ha llevado a la cancelación de más de 140 vuelos y al cierre de escuelas y dependencias públicas en la región. Edilberto Romero, alcalde de Culebra, describió la situación como alarmante, con árboles caídos y techos volando debido a la fuerza del viento. La preocupación se extiende por toda la isla, donde los ciudadanos se ven obligados a trasladar sus vehículos a zonas más elevadas para evitar daños por inundaciones. Las autoridades han instado a la población a mantener la calma y a estar preparados para las peores condiciones que podrían estar por venir. El ministro de Seguridad Nacional de las Bermudas, Michael Weeks, enfatizó la necesidad de que los residentes se preparen ante la inminente llegada del huracán. "No es momento para ser complacientes", afirmó, resaltando que las condiciones climáticas podrían deteriorarse en las próximas horas. Este llamado a la acción es especialmente relevante en un contexto donde la costa este de Estados Unidos también se ha visto alertada por fuertes oleajes que podrían representar un peligro para los bañistas. Mientras tanto, las comunidades en Puerto Rico enfrentan un panorama complicado. Con más de 23 hospitales operando con generadores debido a la falta de electricidad, el gobernador Pedro Pierluisi ha manifestado que la restauración del servicio será un proceso largo y complicado. La compañía Luma Energy, responsable de la transmisión y distribución de electricidad en la isla, ha señalado que sus esfuerzos se centran en restablecer la energía en servicios esenciales como hospitales y la empresa de agua potable. La historia reciente de Puerto Rico con desastres naturales, especialmente el huracán María en 2017, ha dejado una red eléctrica frágil y vulnerable. La frustración entre los habitantes es palpable, ya que muchos se preguntan cómo es posible que, años después de la devastación de María, un huracán de menor intensidad continúe provocando apagones masivos. Charlotte Gossett Navarro, directora de la Federación Hispana en Puerto Rico, destacó la vulnerabilidad de muchos hogares, donde las familias no pueden permitirse la compra de generadores. Mientras la lluvia continúa cayendo, algunos han optado por prepararse de la mejor manera posible, recurriendo a las velas para enfrentar la falta de electricidad. Al mismo tiempo, aunque el uso de energía solar sigue en aumento, la dependencia de combustibles fósiles para el 94% de la electricidad en la isla sigue siendo una gran preocupación. Ernesto se convierte en la quinta tormenta con nombre de la temporada y el tercer huracán del Atlántico, lo que marca un año de alta actividad ciclónica. Expertos de la NOAA han pronosticado que este año podría superar las expectativas, con una proyección de entre 17 y 25 tormentas y de cuatro a siete huracanes de categoría 3 o superior. Los efectos del cambio climático, que han llevado a temperaturas más altas en el océano, han intensificado la actividad ciclónica. Con el paso de los años, las comunidades caribeñas se ven cada vez más expuestas a fenómenos meteorológicos extremos, lo que hace urgente la necesidad de prepararse y fortalecer las infraestructuras necesarias para mitigar el impacto de futuros desastres.