Huracán Ernesto devasta Puerto Rico dejando ríos desbordados y miles sin luz

El paso del huracán Ernesto por Puerto Rico ha traído consigo un panorama devastador que ha dejado a su paso ríos desbordados, calles inundadas y una significativa interrupción en el suministro eléctrico. Desde la mañana del miércoles, el ciclón, que se había intensificado a categoría 1 con vientos de hasta 75 mph, comenzó a desatar su furia sobre la isla, afectando especialmente el este del país. A medida que el día avanzaba, los efectos del fenómeno meteorológico se hacían evidentes, con reportes de daños en diversas localidades. Aibonito, uno de los municipios más impactados, enfrentó serias complicaciones debido a las intensas lluvias que, hasta el mediodía, alcanzaron acumulaciones de 7 pulgadas. Las autoridades de manejo de emergencias estaban ocupadas tratando de mitigar los efectos de los derrumbes y deslizamientos de tierra, mientras que otros pueblos, como Toa Alta, reportaban carreteras cerradas debido a la salida de los ríos de su cauce. La carretera PR-824 y la PR-861 permanecieron intransitables por la crecida del río La Plata. Ernesto Rodríguez, director del Servicio Nacional de Meteorología (SNM), emitió una advertencia sobre el riesgo de inundaciones, indicando que los niveles de varios ríos estaban alarmantemente cerca de superar sus límites. En Caguas, la situación se tornaba crítica con el río Bairoa cubriendo parte de un puente, y el Río Grande de Loíza en San Lorenzo también bajo vigilancia. Rodríguez instó a la población a no cruzar áreas inundadas, conscientes de que tales acciones podrían poner en grave riesgo sus vidas. La situación no solo es preocupante en términos de inundaciones y desastres naturales, sino que el impacto del huracán ha llevado a que más de 375 personas busquen refugio en los albergues habilitados por el gobierno. Hasta el momento, se han establecido 72 refugios en diferentes municipios, y las islas municipios de Vieques y Culebra han reportado daños severos, incluyendo caídas de árboles y daños a la infraestructura eléctrica y de vivienda. La interrupción del servicio eléctrico ha sido otro efecto crítico del huracán. A las 12:40 p.m., más de 725,000 clientes de LUMA Energy se encontraban sin luz, lo que representa casi la mitad de todos los abonados de la Autoridad de Energía Eléctrica. La compañía ha informado que sus equipos están en espera de poder realizar inspecciones y reparaciones tan pronto como sea seguro, priorizando la restauración de servicios esenciales, incluidos hospitales y sistemas de agua potable. El gobernador Pedro Pierluisi ha pedido a la ciudadanía que permanezca en sus hogares, resaltando la importancia de no interferir con las labores de las brigadas de emergencia que trabajan incansablemente en las calles. Anunció que ofrecerá más información sobre la reanudación de labores en las escuelas y oficinas gubernamentales en una conferencia programada para la tarde del miércoles. Mientras tanto, el Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín de San Juan ha reiniciado sus operaciones, aunque el paso de Ernesto ha dejado una estela de cancelaciones, con 145 vuelos cancelados el día anterior y 80 más el día de hoy. Aerostar, la empresa operadora del aeropuerto, está trabajando para normalizar la situación. A nivel federal, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha declarado una emergencia para los 78 municipios de Puerto Rico, lo que facilitará la movilización de recursos y asistencia federal para ayudar a la isla a enfrentar esta crisis. Las imágenes compartidas en redes sociales reflejan la magnitud de la devastación, con calles cubiertas de agua y escombros, lo que evidencia la grave situación que enfrentan miles de puertorriqueños. La comunidad se encuentra en un momento crítico, donde la solidaridad y la cooperación serán esenciales para superar esta emergencia. El huracán Ernesto es un recordatorio más de la vulnerabilidad de Puerto Rico ante fenómenos naturales, un llamado a la acción para mejorar la infraestructura y garantizar la seguridad de la población. Los habitantes de la isla están lidiando con los efectos de la tormenta, pero su resiliencia se pondrá a prueba en los días venideros mientras luchan por recuperarse de esta crisis.