Fiebre de Sauna: Los Australianos Abrazan la Terapia de Calor y la Revolución del Bienestar Comunitario

Los australianos están descubriendo una nueva pasión por las saunas, con su popularidad en aumento a medida que surgen establecimientos dedicados por todo el país. Esta tendencia ha dado lugar a una ola de entusiastas del bienestar ansiosos por explorar los beneficios mentales y físicos que aporta la terapia de calor, combinada con un refrescante chapuzón en aguas heladas. Shaun Boggan, un trabajador de 45 años de las Montañas Azules, está entre quienes lideran esta iniciativa. Después de lidiar con el consumo excesivo de alcohol tras la muerte de su padre, Boggan buscó hábitos más saludables y encontró consuelo en una sauna de estilo finlandés que abrió cerca de su hogar. Inicialmente dudoso sobre la idea de sudar en ropa mínima con extraños, ahora está enganchado con la experiencia única. “Hay un estado de euforia que sientes después de haber combinado esas dos cosas”, comparte, enfatizando la claridad mental y la ligereza física que ahora asocia con su rutina de sauna. Históricamente, las saunas eran algo raro en Australia, principalmente confinadas a ciertos spas de día o comunidades específicas. Sin embargo, este panorama está cambiando drásticamente. Nikita Miltiadou, cofundadora de la Sauna de las Montañas Azules, reconoció una oportunidad en el mercado y se aventuró a traer un pedazo de la cultura de sauna europea a Australia. Su establecimiento se ha vuelto tan popular que a menudo rechazan alrededor de 100 clientes potenciales cada fin de semana, lo que ha llevado a planes de expansión y la creación de más instalaciones en todo el país. El auge de las redes sociales ha jugado un papel fundamental en la promoción de la cultura de la sauna, transformándola de un interés de nicho a una actividad de masas. Nigel Reeves, un exmiembro de la ahora desaparecida Asociación Australiana de Baños de Sudor, señala que plataformas como Instagram han permitido que las experiencias de sauna ganen visibilidad y atractivo. Su propia iniciativa de sauna flotante en Tasmania ha ganado impulso recientemente, atrayendo a una clientela diversa ansiosa por participar en esta experiencia compartida de relajación y rejuvenecimiento. A medida que la tendencia continúa expandiéndose, se alinea con un movimiento global hacia la adopción de la terapia de sauna, particularmente como respuesta al aislamiento social experimentado durante la pandemia de COVID-19. Muchos australianos ven ahora la sauna como una alternativa viable a los lugares de vida nocturna tradicionales, ofreciendo un espacio para relajarse y conectarse con amigos sin las ataduras de la socialización impulsada por el alcohol. Si bien los beneficios para la salud del uso de saunas están bien documentados, desde la mejora de la salud cardiovascular hasta el bienestar mental, aún existen algunas barreras culturales. La desnudez, un aspecto común de la cultura de la sauna en Europa, todavía presenta desafíos en Australia. Miltiadou señala que, aunque ofrecen sesiones de desnudo específicas para cada género y sesiones de desnudo para todos los géneros, aún hay una reticencia entre muchos posibles clientes. Boggan reflexiona sobre este sentimiento, sugiriendo que los australianos pueden no estar todavía mentalmente preparados para abrazar plenamente las sesiones de sauna desnuda. El panorama en evolución de la cultura de la sauna en Australia refleja un cambio social más amplio hacia la conciencia de la salud y las prácticas de bienestar orientadas a la comunidad. A medida que más personas descubren las ventajas de esta antigua tradición, parece que el movimiento de la sauna está destinado a un crecimiento significativo en los próximos años, estableciendo conexiones y ofreciendo un respiro único de las demandas de la vida moderna.