Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Ernesto se ha fortalecido en las últimas horas y presenta vientos máximos sostenidos de 95 kilómetros por hora, lo que ha llevado al Centro Nacional de Huracanes (NHC) a prever su posible evolución a huracán en los próximos días. La tormenta tropical se mueve hacia el norte, lo que significa que podría afectar significativamente a las Islas Vírgenes y a las islas puertorriqueñas de Vieques y Culebra. Ante esta situación, las autoridades han tomado medidas preventivas, emitiendo una vigilancia de huracán para estas áreas mientras que Puerto Rico se encuentra bajo aviso de tormenta tropical. Como resultado de la inminente llegada de Ernesto, el gobierno de Puerto Rico ha suspendido el transporte marítimo hacia Vieques y Culebra, cerrando además todos los puertos marítimos de la isla. Esta decisión se suma a la cancelación de al menos 18 vuelos en el Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín, afectando a aerolíneas como Cape Air, Silver Airways, Intercaribbean e Iberia. La comunidad puertorriqueña ha respondido a la inminencia del fenómeno meteorológico realizando compras de emergencia, generando largas filas en supermercados y gasolineras. Las autoridades educativas también se han visto obligadas a actuar, cerrando escuelas públicas, universidades y tribunales en la isla, aunque se han mantenido operativas las oficinas gubernamentales esenciales. Esta precaución tiene como objetivo garantizar la seguridad de los ciudadanos y minimizar el riesgo de accidentes durante la tormenta. Además, la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) ha emitido advertencias sobre la posibilidad de "grandes cortes de energía", recordando los prolongados apagones que sufrieron los puertorriqueños tras el huracán Fiona en septiembre de 2022. Las inundaciones en las costas de Puerto Rico son otro de los posibles efectos de la tormenta. Las autoridades han instado a la población a mantenerse informada y a prepararse para condiciones climáticas adversas. Mientras tanto, Ernesto ya ha dejado a su paso afectaciones en otras islas del Caribe, como Antigua y Guadalupe, donde se reportaron carreteras inundadas. Según el NHC, se espera que Ernesto continúe su trayectoria hacia el Atlántico oeste, lo que lo llevará a acercarse a Bermuda a finales de esta semana. Esta trayectoria, por el momento, parece alejar a la tormenta de República Dominicana, donde no se han emitido alertas de huracán ni aviso de tormenta tropical. Sin embargo, la situación puede cambiar rápidamente en el contexto de la temporada de huracanes. La temporada de huracanes en la cuenca atlántica, que se extiende desde el 1 de junio hasta el 30 de noviembre, está pronosticada para ser más activa de lo habitual, según el Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos (NOAA). Este año se han designado varios nombres para huracanes, y aunque hasta ahora solo se han formado algunas tormentas, es fundamental que comunidades en la trayectoria del fenómeno se mantengan en alerta. La población debe estar preparada para cualquier eventualidad, ya que las condiciones meteorológicas pueden cambiar drásticamente. Las autoridades locales han reiterado la importancia de seguir las recomendaciones oficiales y contar con un plan de emergencia que incluya suministros esenciales para enfrentar posibles contingencias. Además, se ha hecho hincapié en la importancia de la información oportuna. Las actualizaciones del NHC y de las agencias locales deben ser consultadas frecuentemente para estar al tanto de cualquier cambio en la trayectoria de Ernesto y sus posibles efectos en la región. La comunidad debe permanecer unida y solidaria, ya que la experiencia de huracanes pasados ha demostrado que la colaboración es clave para superar estas adversidades. Finalmente, mientras las islas del Caribe y Puerto Rico se preparan para la llegada de Ernesto, la situación resalta la vulnerabilidad de la región frente a fenómenos naturales. La planificación y la preparación son fundamentales para mitigar los efectos de estas tormentas, y la población debe estar lista para actuar con rapidez y determinación ante cualquier eventualidad.