Colbert y los presentadores de la noche tardía se burlan de Trump por su envidia hacia la multitud en medio del aumento de popularidad de Harris.

En un episodio reciente de "The Late Show," Stephen Colbert apuntó hacia la continua obsesión del ex presidente Donald Trump con el tamaño de las multitudes, una obsesión que parece haberse intensificado con la creciente popularidad de la vicepresidenta Kamala Harris. Trump, quien anteriormente ha hecho titulares por sus dudosas afirmaciones sobre el tamaño de las multitudes en sus propios eventos, ahora enfrenta una nueva ola de envidia por las multitudes a medida que Harris atrae a miles de seguidores a sus mítines. Colbert señaló que Trump ha recurrido a acusaciones infundadas, afirmando en su plataforma de redes sociales Truth Social que Harris utilizó inteligencia artificial para generar imágenes y videos de sus multitudinarios eventos. “La envidia de Trump por las multitudes ha puesto su cerebro en 'simmer'", bromeó Colbert, destacando la absurdidad de las afirmaciones del ex presidente. El presentador de la noche imitando humorísticamente a Trump, dijo: "¡Multitud falsa, todo el mundo! Muchas personas están preguntando—no, muchas personas están preguntando, '¿Es pastel?'” Esta broma subraya lo ridículo de negar la realidad de la asistencia a los mítines de Harris. Colbert enfatizó aún más la inseguridad de Trump sobre la popularidad de Harris, afirmando: "El hecho de que Kamala Harris esté atrayendo multitudes tan grandes realmente le está afectando, digamos, la piel." Comentó ingeniosamente que sería "la definición de locura" creer que una gran multitud podría ser fabricada por IA, pero luego bromeó sobre una hipotética versión generada por IA del gobernador de Minnesota, Tim Walz, utilizando el prompt “Carnes Simpáticas”. Mientras tanto, otros presentadores de la noche se unieron a la diversión. Jon Stewart intervino, haciendo referencia a la audiencia de nicho de “votantes de tamaño de multitud de un solo tema,” mientras que Seth Meyers bromeó que Trump probablemente malinterpreta el término "A.I.", pensando que se refiere a una salsa para bistec en lugar de inteligencia artificial. Meyers imitó a Trump, diciendo: “Ella A1-ó la multitud,” añadiendo que Harris debió haber repartido botellas gratis de salsa para atraer a sus seguidores. El panorama de la comedia nocturna se ha convertido en un campo de batalla para la sátira política, con Trump como un objetivo frecuente. La dinámica actual, impulsada por la creciente visibilidad de Harris y la palpable inseguridad del ex presidente, ha proporcionado abundante material para los comediantes que buscan desmenuzar las absurdidades de la vida política moderna. A medida que se desarrolla el comentario cómico, las ramificaciones políticas del tamaño de las multitudes y la percepción pública continúan dando forma a la narrativa de cara al próximo ciclo electoral. Con figuras como Harris ganando impulso, queda por ver cómo responderá Trump a esta nueva rivalidad, particularmente mientras los presentadores de la noche siguen ansiosos por resaltar sus payasadas.