Casi la mitad de las consultas médicas de Inglaterra en huelga: un desafío histórico para la financiación de la atención sanitaria.

En un movimiento significativo y sin precedentes, casi la mitad de las consultas de médicos de cabecera en Inglaterra han iniciado acciones industriales, marcando la primera vez que ocurre algo así en seis décadas. Una encuesta reciente reveló que el 46% de las prácticas de médicos de cabecera están participando en acciones de trabajo a reglamento, con uno de cada cuatro limitando sus consultas a solo 25 al día. Esta respuesta colectiva surge a raíz de la insatisfacción con los aumentos de financiación, que los médicos de familia argumentan son insuficientes para satisfacer las crecientes demandas de atención médica. A principios de este mes, los médicos de familia votaron abrumadoramente a favor de tomar medidas contra la decisión del gobierno de aumentar su presupuesto solo en un 1.9% este año. Aunque el nuevo gobierno ha prometido un aumento del presupuesto del 6% para el período 2024-25, muchos profesionales sienten que esto no aborda adecuadamente los problemas crónicos de subfinanciación que han afectado al NHS durante años. Los líderes del NHS han expresado su preocupación por las posibles interrupciones que esta acción industrial podría causar en los servicios de salud. Se espera que la interrupción se extienda hasta Navidad y posiblemente más allá, hasta 2025, lo que podría llevar a un aumento de pacientes que buscan atención en hospitales, unidades de urgencias y servicios de salud mental. La Dra. Amanda Doyle, directora nacional de atención primaria, ha indicado que el NHS se está preparando para un "escenario de peor caso", advirtiendo que incluso los servicios de emergencias podrían verse afectados. La encuesta realizada por la revista Pulse, que muestreó a 283 socios de médicos de cabecera en diversas prácticas, revela un creciente sentimiento entre los médicos de que puede ser necesario tomar más acciones. Notablemente, el 20% de los encuestados indicó que planean participar en acciones colectivas en el futuro, mientras que otro 22% está considerando lo mismo. Solo un escaso 7% descartó cualquier forma de acción. Las opciones de acción industrial disponibles para los socios de médicos de cabecera incluyen limitar el número de pacientes, cesar trabajos no contratados y anular restricciones de prescripción cuando se considere necesario para el cuidado del paciente. Alarmantemente, la mitad de los encuestados expresó su disposición a intensificar sus acciones, lo que podría resultar en huelgas totales y el cierre temporal de las prácticas. Si bien se reconocen las presiones que enfrentan los médicos de cabecera, Rachel Power, directora ejecutiva de la Asociación de Pacientes, enfatizó los efectos adversos que esto podría tener en el acceso de los pacientes a la atención. “Durante años, los pacientes han tenido dificultades para conseguir citas en su consulta general”, dijo, subrayando la necesidad de una resolución entre la Asociación Médica Británica (BMA) y el gobierno que no comprometa la atención al paciente. En respuesta a la situación actual, la Dra. Doyle enfatizó la importancia de garantizar que se satisfagan las necesidades de los pacientes, afirmando que el NHS está comprometido a abordar los desafíos actuales dentro de la atención primaria. Ella tranquilizó al público diciendo que los impactos de la acción industrial serían monitoreados de cerca. A medida que la confrontación entre los proveedores de salud y el gobierno continúa, el futuro de los servicios de médicos de cabecera en Inglaterra está en la cuerda floja, dejando a muchos a reflexionar sobre las implicaciones para la atención al paciente en un sistema que ya está bajo presión.