Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Un informe reciente de la Comisión de Calidad del Cuidado (CQC) ha revelado una narrativa preocupante en torno a la atención de salud mental de Valdo Calocane, el individuo responsable de un impactante ataque con cuchillo en Nottingham que cobró tres vidas el año pasado. La revisión destaca una cascada de errores y juicios erróneos en la gestión de la salud mental de Calocane, que culminaron en su alta a pesar de las evidentes señales de advertencia. Los hallazgos de la CQC indican que el tratamiento de Calocane por parte del NHS Trust de atención médica de Nottinghamshire desde mayo de 2020 hasta septiembre de 2022 estuvo marcado por fallos sistémicos. Estos errores incluyeron una falta de supervisión adecuada respecto al riesgo que representaba para el público y una respuesta inadecuada a su estado mental en deterioro. El informe sugiere que el efecto acumulativo de estas fallas creó un entorno donde las tendencias violentas de Calocane pudieron florecer sin control. Las acciones violentas de Calocane el 13 de junio de 2022 resultaron en la muerte de tres personas: los estudiantes universitarios Grace O'Malley-Kumar y Barnaby Webber, ambos de 19 años, y el conserje escolar Ian Coates, de 65 años. Después del ataque, Calocane robó la furgoneta de Coates, atropellando a tres peatones y dejándolos gravemente heridos. Sus luchas con la salud mental estaban bien documentadas, con múltiples hospitalizaciones debido a episodios psicóticos y comportamiento agresivo, sin embargo, los indicadores clave de riesgo fueron pasados por alto o abordados de manera inadecuada. El informe detalló que Calocane a menudo engañaba a los profesionales de la salud sobre su condición, mostrando una falta de comprensión de su enfermedad y no cumpliendo con la medicación prescrita. A pesar de las persistentes preocupaciones de su familia respecto a su salud mental, sus advertencias no fueron atendidas de manera consistente por el trust. En una revelación alarmante, el informe señaló que Calocane fue dado de alta bajo el cuidado de su médico de cabecera solo nueve meses antes de su explosión violenta, a pesar de que se había emitido una orden de arresto el mismo día por un asalto anterior a un oficial de policía. Las familias de las víctimas expresaron profundo dolor y frustración en respuesta al informe de la CQC, condenando las fallas sistémicas en la provisión de atención de salud mental. Declararon que los clínicos involucrados en la atención de Calocane deben asumir la responsabilidad de su toma de decisiones negligente, y cuestionaron la ausencia de rendición de cuentas entre la alta dirección del trust de salud mental. Las familias han solicitado una investigación pública sobre el tratamiento que recibió Calocane, que creen que condujo en última instancia a los trágicos eventos. Chris Dzikiti, el inspector jefe interino de salud en la CQC, enfatizó la necesidad de una reevaluación inmediata de cómo se gestionan a las personas con problemas de salud mental complejos, afirmando que, aunque no está claro si los trágicos eventos podrían haber sido completamente prevenidos, el informe indica claramente que el riesgo que representaba Calocane no fue gestionado adecuadamente. Los defensores de la salud mental han hecho eco de estas preocupaciones, con Marjorie Wallace, directora ejecutiva de la organización benéfica Sane, condenando el estado actual de los servicios psiquiátricos. Describió la situación como indicativa de un sistema en completa descomposición, pidiendo reformas urgentes para garantizar la seguridad de los pacientes y del público en general. A la luz de las conclusiones del informe, el director ejecutivo del trust de salud de Nottinghamshire, Ifti Majid, reconoció las serias fallas en sus procesos y articuló un compromiso para mejorar los estándares y los protocolos de gestión de crisis en el futuro. Sin embargo, para las familias afectadas por las acciones de Calocane, la llamada a la rendición de cuentas y al cambio llega demasiado tarde, ensombrecida por la devastadora pérdida de sus seres queridos. El informe de la CQC sirve como un recordatorio contundente de las consecuencias que pueden surgir cuando los sistemas de atención de salud mental no evalúan y responden adecuadamente a los riesgos que presentan las personas en crisis.