El lanzamiento de Tafenoquina en Brasil ofrece una nueva esperanza en la lucha contra la malaria.

El lanzamiento de Tafenoquina en Brasil ofrece una nueva esperanza en la lucha contra la malaria.

Brasil introduce la tafenoquina para combatir la malaria, con el objetivo de eliminarla para 2035, pero enfrenta desafíos en el acceso y las pruebas para un tratamiento efectivo.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Salud 12.08.2024

En un movimiento significativo para combatir la malaria, Brasil, el primer país endémico de malaria en adoptar tafenoquina, se está preparando para enfrentar la enfermedad transmitida por mosquitos que ha afectado a sus comunidades rurales durante décadas. La introducción de este tratamiento de dosis única llega como un rayo de esperanza para personas como José de Souza Nogueira, un agricultor de pequeña escala de 63 años del estado amazónico de Rondônia, quien ha luchado contra la malaria más de 130 veces. Para muchos que viven en el Brasil rural, donde la malaria es endémica, la enfermedad interrumpe no solo la salud, sino también los medios de vida. La experiencia de Nogueira subraya el impacto más amplio de la malaria en los pequeños agricultores que no pueden permitirse ser apartados por la enfermedad. "Cuando tengo malaria, no puedo cuidar las plantas", lamenta, ilustrando la dificultad de gestionar una granja mientras lidia con los síntomas debilitantes de la enfermedad, que incluyen fiebre, escalofríos y náuseas. El gobierno brasileño es optimista de que la implementación de tafenoquina, junto con cloroquina, les permitirá eliminar la malaria para 2035. Tradicionalmente, el tratamiento para Plasmodium vivax, la cepa de malaria más común en Brasil, ha requerido una combinación de fármacos durante un período prolongado. Este régimen prolongado ha llevado a altas tasas de abandono del tratamiento, ya que los pacientes, ansiosos por volver al trabajo, a menudo dejan de tomar la medicación una vez que se sienten mejor, lo que permite que los parásitos latentes se reactiven en sus hígados. Funcionarios de salud, como Eliana Pasini, la secretaria municipal de salud de Porto Velho, reconocen que la necesidad de una recuperación rápida impulsa las interrupciones en el tratamiento. "Cuando un paciente tiene una recaída de malaria, necesita más medicación, puede que deba ser hospitalizado", explica. La introducción de tafenoquina, que puede administrarse como un tratamiento de dosis única, tiene como objetivo mitigar este problema, transformando potencialmente el panorama del tratamiento de la malaria en Brasil. Sin embargo, el nuevo medicamento no está exento de desafíos. La tafenoquina no puede ser utilizada por todos; no es adecuada para niños, mujeres en período de lactancia y personas con deficiencia del enzima G6PD, una condición genética que puede causar reacciones graves tanto a la tafenoquina como a la primaquina, el medicamento más antiguo que busca reemplazar. Nogueira, quien ha experimentado efectos adversos de la primaquina debido a su deficiencia de G6PD, destaca los riesgos involucrados cuando los tratamientos se administran sin un cuidadoso examen. El ministerio de salud brasileño está abordando esta preocupación implementando pruebas de G6PD junto con el nuevo medicamento. Las pruebas serán cruciales para garantizar que los pacientes que pueden sufrir efectos adversos sean identificados y monitoreados adecuadamente. Con la introducción de dispositivos de prueba portátiles que proporcionan resultados en solo dos minutos, los funcionarios de salud esperan mejorar la seguridad del paciente y la eficacia del tratamiento. No obstante, siguen existiendo desafíos logísticos, particularmente en la vasta región amazónica de Brasil, donde el acceso a la atención médica a menudo está limitado por la geografía. Muchas comunidades rurales son remotas y el movimiento de personas que buscan trabajo complica aún más la lucha contra la malaria. "Hay muchas personas viviendo dispersas en el vasto territorio", dice Pasini, enfatizando las dificultades para llegar a aquellos más en riesgo. El gobierno brasileño ha comenzado a distribuir tafenoquina y pruebas de G6PD, pero la implementación inicial ha enfrentado retrasos. Hasta finales de junio, los nuevos tratamientos aún no se habían utilizado en pacientes, incluso cuando se ha iniciado la capacitación para los profesionales de salud. Los pedidos iniciales de tafenoquina han sido modestos, con solo 15,000 dosis adquiridas, muy por debajo de las necesidades proyectadas para las regiones endémicas. A pesar del prometedor potencial de la tafenoquina, expertos como Marcus Lacerda advierten que el costo podría ser una barrera significativa para su adopción generalizada. Aunque el medicamento en sí no es prohibitivamente caro, las pruebas necesarias de G6PD tienen un precio más alto, lo que puede limitar la accesibilidad en áreas con recursos limitados. "El medicamento en sí no es caro, pero la prueba sí lo es", señala Lacerda. A medida que Brasil emprende este ambicioso viaje para erradicar la malaria, el éxito de la tafenoquina dependerá en última instancia de la capacidad para implementar la infraestructura de pruebas necesaria y garantizar que el tratamiento llegue a quienes más lo necesitan. Para personas como Nogueira, la esperanza es que este nuevo enfoque no solo alivie la carga de la malaria, sino que también les empodere para recuperar sus medios de vida sin la amenaza inminente de enfermedades recurrentes.

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