Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
La desgarradora revelación de Amanda Thorpe sobre su difunto esposo, Graham Thorpe, ha arrojado una luz sombría sobre las batallas a menudo invisibles que muchos enfrentan con la salud mental. El exjugador de cricket de Inglaterra, cuyo fallecimiento a los 55 años sorprendió a la comunidad del cricket, había estado luchando con una depresión y ansiedad severas durante años, una lucha que Amanda ha traído valientemente al primer plano. Conocido por sus habilidades excepcionales en el campo, Graham Thorpe representó a Inglaterra con distinción desde 1993 hasta 2005, ganándose un lugar entre los grandes del cricket de la nación. Después de su carrera como jugador, dedicó más de una década a la formación de la próxima generación de jugadores de cricket. Sin embargo, bajo la imagen pública de un ícono deportivo, Thorpe estaba lidiando con profundos desafíos de salud mental que, en última instancia, lo llevaron a su trágica muerte. En una emotiva entrevista con el Times, Amanda reveló que Graham había hecho un intento serio de quitarse la vida en mayo de 2022, lo que requirió una hospitalización en cuidados intensivos durante un período prolongado. La lucha de la pareja con su salud mental se vio agravada por el estigma que a menudo rodea tales discusiones, lo que dificultó que hablaran antes. "A pesar de tener una esposa y dos hijas a quienes amaba y que lo amaban, no mejoró. Estaba muy mal en los últimos tiempos y realmente creía que estaríamos mejor sin él," compartió Amanda, con su dolor palpable. Esta trágica narrativa subraya la necesidad crítica de conversaciones abiertas sobre la salud mental, especialmente en entornos de alta presión como el deporte profesional, donde la fachada de fortaleza mental a menudo eclipsa la verdadera vulnerabilidad que los atletas pueden enfrentar. El conmovedor relato de Amanda sirve como un recordatorio de que la enfermedad mental no discrimina; puede afectar a cualquiera, independientemente de su fortaleza o éxito exterior. "Graham era conocido como alguien muy mentalmente fuerte en el campo y estaba en buena salud física. Pero la enfermedad mental es una enfermedad real y puede afectar a cualquiera," enfatizó, instando a la sociedad a reconocer que la salud mental es tan importante como la salud física. En un poderoso llamado a la acción, la hija de Thorpe, Kitty, expresó el deseo de la familia de arrojar luz sobre los problemas de salud mental, afirmando: "No tenemos vergüenza de hablar de ello. No hay nada que ocultar y no es un estigma." El mensaje de Kitty resuena en un mundo donde muchos todavía sufren en silencio. Al compartir la historia de su familia, los Thorpe esperan fomentar la comprensión y la compasión, animando a otros a buscar ayuda sin miedo a ser juzgados. A medida que continúan llegando tributos a Graham Thorpe, es esencial recordar al hombre detrás de los elogios: el esposo, padre y amigo que luchó una batalla invisible. La conversación sobre la salud mental debe continuar, allanando el camino para una sociedad que abrace la vulnerabilidad y ofrezca apoyo. La valentía de la familia Thorpe al compartir su experiencia podría inspirar a otros a hablar, buscar ayuda y, en última instancia, salvar vidas.