Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
La actividad volcánica en diversas partes del mundo ha cobrado protagonismo en los últimos días, tras la reciente acumulación de información sobre varios volcanes en erupción. Entre los más destacados se encuentran el Volcán de Fuego en Guatemala, el Semeru en Indonesia y el Ibu, también en Indonesia, que han presentado niveles de actividad alarmantes, llevando a las autoridades a emitir alertas sobre la posible afectación a la población local y a la aviación. Desde el 3 hasta el 9 de agosto, la actividad sísmica bajo la hilera de cráteres Sundhnúkur ha mostrado un incremento significativo, lo que se ha reflejado en un aumento del número de terremotos registrados, que superan las cifras observadas durante la última erupción del volcán, que se llevó a cabo entre el 29 de mayo y el 22 de junio. Gráficas emitidas por el Instituto Meteorológico de Islandia (IMO) muestran este aumento, lo que indica que la presión en los sistemas magmáticos está en ascenso, elevando las probabilidades de una erupción inminente. Por otro lado, el volcán Svartsengi, ubicado en la península de Reykjanes, ha experimentado un enjambre de pequeños terremotos desde el 5 de agosto, sumando cerca de 300 sismos, en su mayoría de magnitud menor a 2.0. Este tipo de actividad es una clara señal de que el magma se está acumulando en los reservorios subterráneos, lo que podría anticipar una próxima erupción. En el océano Pacífico, en las Islas Ryukyu, el volcán Suwanose-jima ha registrado una explosión significativa, provocando la emisión de cenizas volcánicas que alcanzaron la altitud de 12,000 pies (3,600 metros). El Centro de Avisos de Cenizas Volcánicas de Tokio ha alertado a las aeronaves sobre la presencia de cenizas en la atmósfera, lo que podría impactar rutas aéreas en la región. En Indonesia, el volcán Dukono, situado en Halmahera, sigue con su actividad explosiva, propiciando la emisión de una columna de cenizas estimada en 8,000 pies (2,400 metros). Esta situación se suma a la actividad del volcán Semeru, que también ha sido objeto de atención, ya que ha presentado erupciones detectadas por informes sísmicos recientes. La actividad no se limita a Asia, ya que en la Isla Blanca de Nueva Zelanda, se ha reportado una erupción continua con una nube de cenizas llegando hasta 5,000 pies (1,500 metros). Los informes del Centro de Avisos de Cenizas Volcánicas de Wellington subrayan la preocupación por la calidad del aire en la región y su posible efecto en la salud de los habitantes cercanos. En Guatemala, el Volcán de Fuego ha mantenido su actividad explosiva, con una columna de cenizas que se ha elevado a 14,900 pies (4,500 metros). Este fenómeno ha llevado al VAAC de Washington a emitir alertas debido a la posibilidad de que la ceniza afecte poblaciones cercanas y condiciones meteorológicas adversas en la región. Por último, en Perú, el volcán Sabanca ha mostrado una actividad explosiva incesante, con emisiones de ceniza que alcanzan altitudes de 22,000 pies (6,700 metros). Las autoridades han estado en alerta para monitorear la situación, dado que la dispersión de cenizas podría impactar en la aviación y la vida cotidiana de las comunidades cercanas. Durante estos eventos volcánicos, es esencial que las comunidades estén informadas y preparadas para posibles evacuaciones y medidas de seguridad. La vigilancia constante de los centros de monitoreo y la colaboración entre autoridades y científicos son cruciales para mitigar los riesgos asociados a estas erupciones. Los volcanes, a pesar de su impresionante belleza, nos recuerdan el poder de la naturaleza y la necesidad de estar siempre alertas ante sus manifestaciones.