La compensación por la donación de óvulos aumenta, pero persisten las preguntas éticas sobre el valor de las mujeres.

La compensación por la donación de óvulos aumenta, pero persisten las preguntas éticas sobre el valor de las mujeres.

El Reino Unido aumenta la compensación para donantes de óvulos a £986, lo que genera preocupaciones éticas sobre la valoración de las contribuciones de las mujeres en la industria de la fertilidad.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Salud 11.08.2024

A medida que la crisis del costo de vida continúa estirando los presupuestos de muchos en el Reino Unido, la compensación financiera para las mujeres que donan óvulos se ha ajustado recientemente por primera vez en más de una década. La Autoridad de Fertilización Humana y Embriología (HFEA, por sus siglas en inglés) ha aumentado el límite de £750 a £986 para las donantes de óvulos en Inglaterra, Irlanda del Norte y Gales. Sin embargo, este incremento, aunque pueda parecer sustancial, plantea preguntas éticas sobre el valor que se otorga a las contribuciones de las mujeres en una industria de la fertilidad en auge. La cobertura de la BBC sobre el cambio enfatiza que la compensación no debe ser vista como un pago por la donación en sí, sino como un incentivo diseñado para motivar el comportamiento altruista. Este enfoque podría interpretarse como un intento de mantener la pureza del sector de la fertilidad, que ha sido criticado frecuentemente por la mercantilización de las capacidades reproductivas. Al presentar la donación de óvulos como un "acto desinteresado", la industria busca distanciarse de las acusaciones de explotación de los cuerpos de las mujeres mientras se beneficia simultáneamente de sus contribuciones, una aparente contradicción que es difícil de pasar por alto. Este nuevo modelo de compensación se da en un contexto donde las posibles donantes—frecuentemente mujeres jóvenes—se enfrentan a procedimientos médicos invasivos, incluyendo exámenes, inyecciones diarias y la posibilidad de complicaciones graves de salud como el síndrome de hiperstimulación ovárica (OHSS, por sus siglas en inglés). Vale la pena señalar que los riesgos para la salud a largo plazo asociados con la donación de óvulos siguen siendo insuficientemente investigados, lo que genera preocupaciones sobre el consentimiento informado. Muchas mujeres han reportado un alto costo físico y emocional después de someterse al proceso de donación de óvulos, con algunas expresando arrepentimiento por su decisión. La disparidad entre la compensación en el Reino Unido y otros países, como Estados Unidos, donde las donantes pueden ganar más de $10,000, subraya aún más el problema. En el Reino Unido, la recompensa financiera ni siquiera cubre el costo de un nuevo teléfono inteligente, destacando la noción de que las contribuciones reproductivas de las mujeres están subvaloradas dentro de un sistema que se beneficia significativamente de sus sacrificios. Además, se requiere que las mujeres consientan el posible contacto de cualquier niño resultante una vez que alcancen la adultez, lo que añade otra capa de complejidad emocional al proceso de donación. Si bien la HFEA promueve la donación de óvulos como un acto noble, plantea preguntas éticas sobre las expectativas que se imponen a las mujeres para que contribuyan desinteresadamente a una industria de £470 millones en auge. La pregunta sigue siendo: ¿por qué se coloca la carga del altruismo predominantemente sobre las mujeres en el sector de la fertilidad? La expectativa de que las mujeres deberían estar dispuestas a asumir riesgos físicos y emocionales significativos en beneficio de otros—con una compensación financiera mínima—refleja normas sociales profundamente arraigadas sobre los roles de las mujeres en la reproducción y el cuidado. La inquietante realidad es que la salud y el bienestar de las donantes de óvulos parecen ser secundarios a los intereses financieros de la industria de la fertilidad. A medida que continúan las discusiones sobre la donación de óvulos, es imperativo que reconozcamos la necesidad de un marco más equitativo que no solo compense a las mujeres de manera justa por sus contribuciones, sino que también priorice su salud y autonomía. La percepción de la donación de óvulos como un acto altruista debe equilibrarse con un reconocimiento de los riesgos y sacrificios involucrados, desafiando a la industria a reevaluar cómo valora a las mujeres que están en su núcleo.

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