Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En un contexto de creciente tensión y expectativas, el Gobierno colombiano ha presentado una “propuesta confidencial” al Ejército de Liberación Nacional (ELN) como parte del proceso de diálogos de paz que ambos han entablado. Esta iniciativa surge en un momento crítico, marcado por las demandas del ELN de ser retirado de la lista de grupos terroristas y por la urgencia de restablecer el cese al fuego bilateral, que expiró el pasado 3 de agosto. El senador Iván Cepeda, en un anuncio hecho el sábado, subrayó que la propuesta busca promover el avance en las conversaciones y evitar que estas se estanquen en discusiones puramente procedimentales. “Es una propuesta para salir adelante, impulsar los diálogos y no simplemente encallar en unas discusiones fácticas y procedimentales”, afirmó Cepeda, quien junto a Vera Grabe, la jefa negociadora del Gobierno, se encuentra al frente de las conversaciones. El contenido específico de esta propuesta aún no ha sido revelado, ya que, según indicaron los negociadores, se espera la instrucción del presidente Gustavo Petro para dar a conocer más detalles. La decisión de comunicar que existe una propuesta confidencial busca desmentir cualquier percepción de que los diálogos con el ELN estén en un punto muerto. “No ha llegado a un punto muerto”, aseguró Cepeda, enfatizando que las conversaciones continúan activas. Por su parte, Vera Grabe destacó que la directriz del presidente Petro es clara: se debe transmitir esta propuesta al ELN para su valoración y respuesta. “La propuesta muestra la importancia que desde el Gobierno le dan a este proceso”, mencionó Grabe, quien también reconoció el respaldo de organizaciones sociales, la ONU, la iglesia y los países garantes del proceso. La relación entre el Gobierno y el ELN ha estado marcada por la complejidad y la historia del conflicto armado en Colombia. Grabe, quien fue parte de la guerrilla del M-19 y ha vivido la transición de la paz a la política, representa un vínculo significativo en este proceso. Es un recordatorio de que el camino hacia la paz es un proceso largo y lleno de desafíos. El cese del fuego bilateral, que tuvo una duración sin precedentes, es un tema central en las conversaciones actuales. Cepeda apuntó que este cese, que superó el año, es considerado el más largo en la historia del conflicto. Sin embargo, su finalización ha abierto un espacio de incertidumbre. El ELN ha solicitado al Gobierno que lo retire de la lista de grupos armados organizados para reanudar la tregua, una condición que el Gobierno debe evaluar con cuidado. Además de la caracterización del ELN, el grupo guerrillero ha planteado otras condiciones para continuar en la mesa de diálogos. Entre ellas se incluye la creación de un Fondo Multidonante que les permita financiar sus operaciones a cambio de cesar el secuestro extorsivo, así como la demanda de que se suspendan los acercamientos con el frente Comuneros del Sur y las operaciones ofensivas de las fuerzas de seguridad del Estado. Cepeda aseguró que el Gobierno sigue abierto a discutir todos los temas necesarios para avanzar en el proceso. “Estamos en ese proceso de intercambio. Esperamos muy pronto tener respuesta sobre esta fase que consideramos es crucial para el proceso”, concluyó. Esta perspectiva sugiere que, a pesar de las dificultades y las exigencias, existe un compromiso por parte del Gobierno para continuar el diálogo. Mientras el Gobierno intenta mantener el curso de las negociaciones, el ELN ha manifestado su descontento y ha señalado al Ejecutivo como responsable de posibles fracasos en los diálogos. La situación se complica a medida que ambos lados buscan legitimidad y seguridad en sus respectivas posiciones. En este contexto, la atención internacional también se centra en cómo el Gobierno colombiano manejará esta complicada dinámica con el ELN y cómo las propuestas de paz pueden ser traducidas en pasos concretos hacia la reconciliación y el fin del conflicto armado en el país. La comunidad internacional, junto a los ciudadanos colombianos, permanece expectante ante los próximos movimientos en esta crucial negociación.