Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
La Agencia Meteorológica de Japón ha encendido las alarmas al emitir, por primera vez, una alerta de "Información de Emergencia sobre Terremotos de la Fosa de Nankai - Aviso de Gran Terremoto". Esta advertencia no solo refleja la preocupación por un posible evento sísmico, sino que también llama a los residentes de las regiones afectadas a prepararse para una eventual evacuación. A pesar de que no se han detectado anomalías significativas en la actividad sísmica, se recomienda que todos estén en estado de alerta durante al menos una semana. La duración de esta alerta ha suscitado preguntas e inquietudes. La razón detrás de la recomendación de una semana se basa en estudios científicos que consideran tanto la salud de los ciudadanos como el impacto en la cohesión social. Nobuo Fukuwa, profesor emérito de la Universidad de Nagoya, subrayó que una prolongación de la alerta más allá de este período podría tener efectos perjudiciales en la salud mental y física de las personas, así como comprometer la continuidad de las actividades cotidianas. Por su parte, Shinya Tsukada, líder de la División de Investigación y Tecnología de Terremotos y Volcanes, enfatizó que esta no es una simple estimación científica, sino un enfoque que busca establecer un límite que sea socialmente aceptable. En sus declaraciones, Tsukada instó a la población a utilizar esta alerta como una oportunidad para reevaluar sus medidas de prevención y adaptación ante el riesgo sísmico. La zona bajo vigilancia comprende 707 ciudades y pueblos distribuidos en 29 de las 47 prefecturas de Japón, desde Ibaraki hasta Okinawa. Estas áreas han sido designadas como "Regiones Prioritarias para la Promoción de Medidas de Desastres" desde 2014, debido a la alta probabilidad de experimentar terremotos de intensidad 6 o superior, así como tsunamis que podrían superar los 3 metros de altura. De acuerdo con las proyecciones del gobierno, un terremoto significativo en esta extensa región podría resultar en daños catastróficos. La posibilidad de que un sismo alcance la intensidad 7 es real, y las zonas que van desde Shizuoka hasta Miyazaki se verían gravemente afectadas. En términos de tsunamis, las estimaciones sugieren que podrían surgir olas de hasta 34 metros, alcanzando las costas apenas minutos después del evento sísmico. La historia de la región no es menos alarmante. Se recuerda el devastador terremoto de Nankai en 1946, que alcanzó una magnitud de 8, y el terremoto Tonankai de 1944, que tuvo una magnitud de 7,9. Estos eventos han ocurrido en ciclos de entre 100 a 150 años, lo que genera una creciente inquietud sobre la probabilidad de que un nuevo gran terremoto esté por venir. Naoshi Hirata, profesor emérito de la Universidad de Tokio, ha llamado la atención sobre un reciente sismo de 7,1 que se produjo en la parte occidental de la zona de subducción. Hirata alerta que este temblor podría ser un precursor de un evento sísmico mayor, lo que añade más peso a la necesidad de intensificar las medidas de prevención y preparación en toda la región. La advertencia de la Agencia Meteorológica no solo se centra en la inminente amenaza de un gran terremoto, sino que también busca promover una cultura de preparación ante desastres. La importancia de estar preparados no se limita a las autoridades; cada ciudadano tiene un papel crucial en la construcción de una sociedad resiliente. Los expertos coinciden en que la preparación es clave para mitigar los efectos de un desastre inminente. Se hacen recomendaciones que van desde la creación de planes familiares de evacuación hasta la formación en primeros auxilios, pasando por la adecuada identificación de rutas de escape y refugios seguros. La concientización y la educación son herramientas fundamentales para empoderar a la población ante la incertidumbre que traen consigo estos fenómenos naturales. Con la mirada puesta en la Fosa de Nankai, Japón se encuentra en una encrucijada donde la historia, la ciencia y la sociedad se entrelazan. La amenaza de un gran terremoto no es solo un tema de discusión entre los científicos y autoridades, sino que es un llamado a la acción colectiva para salvaguardar la vida y el bienestar de millones de ciudadanos. La preparación es la mejor defensa, y el tiempo para actuar es ahora.