Nuevo estudio relaciona la mala salud de los órganos con un mayor riesgo de depresión y ansiedad.

Nuevo estudio relaciona la mala salud de los órganos con un mayor riesgo de depresión y ansiedad.

La investigación relaciona la mala salud de los órganos con la depresión, revelando el papel crucial del cerebro en la conexión entre la salud física y mental.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Salud 10.08.2024

Investigaciones recientes de la Universidad de Melbourne, en colaboración con el University College London y la Universidad de Cambridge, han revelado un vínculo significativo entre la mala salud física en varios sistemas orgánicos y la prevalencia de la depresión. Este estudio innovador, publicado en *Nature Mental Health*, ofrece nuevas perspectivas sobre las vías biológicas que conectan la salud física y mental, destacando el papel crítico del cerebro en esta relación. La investigación analizó datos de 18,083 participantes en la cohorte del UK Biobank, con edades que oscilaban entre 40 y 70 años en el momento de la reclutación entre 2006 y 2010. Entre estos individuos, 10,334 habían sido diagnosticados con trastornos comunes de salud mental como la depresión, la ansiedad, la esquizofrenia y el trastorno bipolar. Los investigadores realizaron evaluaciones exhaustivas de la salud de siete sistemas orgánicos: pulmones, sistema musculoesquelético, riñones, hígado, corazón, sistema metabólico y sistema inmunológico. También recopilaron información sobre factores de estilo de vida a través de cuestionarios. Los hallazgos revelaron una correlación convincente entre la salud de los órganos y la salud mental. Los participantes con peor salud en estos sistemas orgánicos mostraron niveles más altos de síntomas de depresión y ansiedad. Notablemente, se identificó que el sistema musculoesquelético tenía la asociación más fuerte con la salud mental, mientras que los sistemas cardíaco y pulmonar mostraron conexiones moderadas, y la salud renal tuvo el vínculo más débil. Para indagar más en la conexión, los investigadores emplearon resonancias magnéticas para evaluar la estructura cerebral en un subconjunto de participantes, revelando que un volumen reducido de materia gris estaba más significativamente asociado con un aumento de los síntomas depresivos. El estudio estableció múltiples vías a través de las cuales la mala salud de los órganos podría afectar negativamente la salud cerebral, influyendo en última instancia en los resultados de salud mental. Los resultados enfatizaron que el cerebro desempeña un papel mediador crucial, especialmente para los sistemas orgánicos que tienen un impacto directo en la salud mental. La autora principal, la Dra. Ye Ella Tian, comentó sobre la naturaleza innovadora del estudio, afirmando que es el primero en integrar datos clínicos, imágenes cerebrales y biomarcadores específicos de órganos para esclarecer las vías que vinculan la salud física y mental. El estudio también examinó factores de estilo de vida como el tabaquismo, el consumo de alcohol, la inactividad física y la nutrición, encontrando que la mayoría de estos elementos estaban significativamente asociados con las medidas de salud mental. Si bien el estudio presenta hallazgos importantes, los autores reconocieron algunas limitaciones. Señalaron que las evaluaciones iniciales de salud no incluyeron imágenes cerebrales ni evaluaciones de salud mental, lo que podría haber influido en la comprensión de la relación bidireccional entre la salud física y mental. Además, la muestra estaba compuesta predominantemente por participantes británicos blancos, lo que indica la necesidad de más investigaciones para evaluar los hallazgos en diversos grupos étnicos y socioeconómicos. El Dr. Matthew Ahmadi de la Universidad de Sídney, quien no participó en la investigación, elogió el enfoque integral adoptado por los autores. Destacó la importancia de integrar múltiples factores para descubrir las posibles vías a través de las cuales la salud física y la función orgánica pueden impactar la salud mental. Esta investigación subraya las intrincadas conexiones entre nuestro bienestar físico y mental, reforzando la importancia de mantener prácticas de salud holísticas. A medida que la sociedad lidia con el aumento de problemas de salud mental, comprender estos vínculos podría allanar el camino para intervenciones innovadoras que aborden simultáneamente la salud física y mental.

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