La tormenta tropical Debby causa devastación y alerta de inundaciones en EE.UU.

La tormenta tropical Debby ha vuelto a tocar tierra en Estados Unidos, esta vez cerca de Bulls Bay, Carolina del Sur, y su impacto se siente con intensidad a medida que avanza hacia el norte. Con vientos máximos sostenidos de 80 km/h, Debby ha dejado a su paso un rastro de devastación y caos, habiendo causado la muerte de al menos cinco personas desde su llegada a Florida como huracán de categoría 1. Las autoridades están en alerta máxima ante la posibilidad de inundaciones catastróficas y otras amenazas climáticas, mientras la tormenta sigue su trayectoria. Desde su primer impacto en Florida, Debby ha descargado más de 300 mm de lluvia, lo que ha provocado desbordamientos en ríos, inundaciones en carreteras y el aislamiento de personas en vehículos y hogares. A medida que la tormenta se desplaza lentamente hacia el noreste, se prevé que la situación se agrave, especialmente en Carolina del Norte, donde el gobernador Roy Cooper ha instado a los residentes a prepararse para lo que ha calificado como un "diluvio". Las proyecciones indican que algunas áreas podrían recibir hasta 380 mm de lluvia, lo que representa más precipitación de la que muchos habitantes ven en un mes entero. Las autoridades no solo están lidiando con la elevada cantidad de lluvias, sino también con el riesgo de tornados en Carolina del Norte. Se emitieron alertas para el este del estado, donde se esperan condiciones climáticas severas en las próximas horas. En el contexto de esta crisis, el presidente Joe Biden ha aprobado una declaración de catástrofe para Florida, Georgia y las Carolinas, permitiendo así que se movilicen recursos federales para mitigar el impacto de la tormenta. Uno de los puntos críticos es una presa en el condado de Bulloch, Georgia, que se enfrenta a un riesgo de "rotura inminente" debido a las intensas lluvias. El Servicio Meteorológico Nacional ha advertido que si la presa colapsa, las comunidades aguas abajo podrían sufrir inundaciones severas, lo que llevaría a una posible evacuación de sus residentes. Los equipos de búsqueda y rescate están en alerta, listos para responder a cualquier emergencia que surja en estas áreas altamente vulnerables. El clima en el sureste no solo está marcado por la tormenta, sino también por una ola de calor que se ha apoderado de la región. A pesar de las temperaturas relativamente suaves que se pronostican, el índice de calor, que combina la temperatura y la humedad, podría superar los 43°C en algunas localidades, como Steinhatchee, Florida. Esta combinación de calor extremo y mal tiempo complica aún más las labores de rescate y recuperación, poniendo en riesgo la salud de los ciudadanos afectados. La tormenta Debby ha puesto a prueba la capacidad de respuesta de las autoridades locales y estatales. Más de 700 efectivos de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA) han sido desplegados en el sureste para ayudar en las operaciones de rescate y recuperación. Sin embargo, a medida que la tormenta avanza, la necesidad de asistencia se vuelve cada vez más crítica, y los equipos de emergencia se enfrentan al reto constante de asegurar la vida y la propiedad de los ciudadanos. Mientras tanto, el avance de Debby hacia el norte, que se espera que continúe por Virginia y Pennsylvania, mantiene en vilo a millones de personas. Las proyecciones meteorológicas indican que la tormenta podría acelerar su movimiento y provocar lluvias torrenciales en Nueva Inglaterra el sábado, alertando a los residentes de esta región a estar preparados para condiciones climáticas severas. Ante la magnitud de la crisis, muchos se preguntan cómo la infraestructura de las comunidades afectadas podrá soportar el embate de la tormenta. Historias de solidaridad y valentía emergen mientras los ciudadanos se unen para enfrentar el desastre, pero la incertidumbre y el miedo a lo que pueda suceder son palpables. Las autoridades instan a todos a seguir las recomendaciones de seguridad y mantenerse informados sobre las actualizaciones meteorológicas. La tormenta tropical Debby es un recordatorio escalofriante de cómo las condiciones climáticas extremas pueden transformar la vida cotidiana en un instante. A medida que la región se enfrenta a los efectos devastadores de la tormenta, la resiliencia de las comunidades y la eficacia de la respuesta de emergencia serán puestas a prueba en esta crisis climática sin precedentes. Las próximas horas y días serán cruciales para determinar el alcance total del daño y la capacidad de recuperación tras el paso de Debby.