Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Un temblor se sintió en el Norte Chico de Chile la mañana de este lunes, generando inquietud entre los habitantes de la región de Coquimbo y sus alrededores. El epicentro del movimiento sísmico fue localizado a 23.04 kilómetros al norte de La Serena, lo que provocó que cientos de personas reportaran sus experiencias a través de redes sociales y medios de comunicación. A pesar de la magnitud del temblor, no se han reportado daños estructurales significativos ni alerta de tsunami. El Centro Sismológico Nacional (CSN) fue el encargado de confirmar el evento, describiendo el fenómeno como parte de un proceso natural que involucra la generación de ondas elásticas en el interior de la Tierra. Estas ondas, al llegar a la superficie, producen vibraciones que pueden ser percibidas por las personas y afectar diversos elementos en su entorno. En este contexto, el CSN también recordó que en Chile se utiliza el término "terremoto" para referirse a un sismo que causa daños visibles, clasificándose con un grado VII o superior en la Escala de Mercalli Modificada. Los temblores son comunes en Chile, un país que se encuentra en el Cinturón de Fuego del Pacífico, una de las zonas más sísmicamente activas del mundo. Sin embargo, la diferencia entre un temblor y un terremoto puede ser confusa para muchos. La magnitud, que mide la energía liberada durante un sismo, es un valor único que se asigna a cada evento, mientras que la intensidad se refiere a los efectos del mismo en las personas, estructuras y terrenos. Esta distinción es crucial para entender la naturaleza y el impacto de estos fenómenos naturales. El CSN detalla que la magnitud de un sismo no necesariamente indica la severidad de su impacto. Por ejemplo, un temblor de baja magnitud puede causar grandes daños en zonas donde las construcciones son vulnerables o donde las condiciones geológicas son desfavorables. Por el contrario, un sismo de alta magnitud en una región con edificaciones resistentes y una buena planificación urbana puede resultar en escasos daños. Así, la intensidad del sismo, que se mide a través de la Escala de Intensidades de Mercalli Modificada, es fundamental para evaluar la respuesta adecuada a cada evento. La escala de Mercalli tiene doce niveles que permiten clasificar los efectos de un temblor de acuerdo con la experiencia de la población y las observaciones locales. Los efectos pueden variar considerablemente, incluso en comunidades cercanas al epicentro. Por este motivo, es común que distintas localidades reporten diferentes niveles de intensidad para el mismo evento sísmico, siendo la distancia respecto al epicentro un factor determinante en la percepción del movimiento. Los habitantes de La Serena y sus alrededores reportaron diversas reacciones al temblor, desde la sorpresa hasta la calma, ya que muchos de ellos están acostumbrados a la actividad sísmica en la región. Sin embargo, este tipo de eventos siempre representan un recordatorio sobre la importancia de estar preparados ante posibles emergencias. Las autoridades locales han instado a la comunidad a realizar simulacros y revisar sus planes de evacuación en caso de un sismo más fuerte. En las últimas décadas, Chile ha implementado importantes medidas de prevención y seguridad que han permitido reducir el impacto de los sismos en la población. Desde la construcción de edificios sismorresistentes hasta campañas educativas sobre cómo reaccionar ante un temblor, el país ha trabajado arduamente en preparación ante desastres naturales. Sin embargo, la conciencia y la educación continua son clave en la prevención de tragedias. A medida que la actividad sísmica continúa en la región, es esencial que la población mantenga la calma y siga las recomendaciones de las autoridades. Con cada temblor, la importancia de la preparación y la educación sísmica se hacen más evidentes. Un pueblo informado y preparado es un pueblo resiliente ante la naturaleza. Este reciente temblor en el Norte Chico es solo un recordatorio de que, aunque la tierra pueda temblar, la comunidad puede mantenerse unida y preparada, reduciendo así los riesgos y peligros que estos fenómenos pueden representar. La historia sísmica de Chile es rica y compleja, y cada evento es una oportunidad para aprender y mejorar la respuesta ante futuros desafíos.