Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Las lluvias continúan azotando Metro Manila y otras regiones de Filipinas, generando preocupación entre los residentes y las autoridades locales. La Administración de Servicios Atmosféricos, Geofísicos y Astronómicos de Filipinas (PAGASA) ha emitido un aviso sobre el monzón del suroeste, que se ha visto intensificado por varias áreas de baja presión (LPA) en la zona. Este fenómeno climático está pronosticado para impactar no solo la capital, sino también partes del centro y sur de Luzón, así como las Visayas, provocando lluvias dispersas y potenciales inundaciones. Para el día de hoy, PAGASA ha señalado que una LPA se encuentra a 615 kilómetros al noreste de Itbayat, Batanes. Aunque actualmente presenta una baja probabilidad de convertirse en un ciclón tropical en las próximas 24 horas, la influencia del monzón ya está generando lluvias moderadas y fuertes en varias áreas. Los residentes de Metro Manila y zonas aledañas deben estar preparados, ya que se pronostican lluvias intermitentes que podrían resultar en inundaciones repentinas. La situación se complica aún más por las inundaciones previas causadas por el tifón Carina, que afectaron significativamente a las infraestructuras locales y a la población. En este contexto, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Filipinas ha emitido una grave advertencia sobre el uso de productos de salud que pudieran haber sido dañados por las inundaciones. La FDA ha indicado que numerosos establecimientos, incluidos almacenes y farmacias, han quedado sumergidos, comprometiendo la calidad y seguridad de medicamentos y otros productos sanitarios. La advertencia se extiende a todos los productos que hayan estado en contacto con aguas de inundación, ya que su eficacia y pureza podrían estar comprometidas. La FDA ha hecho un llamado a los ciudadanos para que no compren ni utilicen estos productos, en un intento por proteger la salud pública. La agencia ha subrayado que es imperativo que los establecimientos que hayan visto afectada su mercancía cumplan con las directrices establecidas en la Circular Nº 2012-014. La FDA ha instado a las farmacias, minoristas y distribuidores a no ofrecer a la venta productos sanitarios dañados y a devolverlos a sus respectivas fuentes. Asimismo, se ha ordenado a los importadores y fabricantes que acepten los productos devueltos y que se abstengan de distribuir mercancía afectada por las recientes inundaciones. Este proceso es esencial para evitar que medicamentos y otros productos potencialmente peligrosos lleguen a los consumidores. En consecuencia, las farmacias y los fabricantes deben seguir estrictamente las regulaciones de desecho establecidas por el Departamento de Medio Ambiente y Recursos Naturales para gestionar adecuadamente los productos de salud dañados. La FDA también ha designado a funcionarios reguladores de alimentos y medicamentos para que identifiquen rápidamente los establecimientos que se han visto afectados, y coordinen acciones para minimizar la distribución de productos comprometidos. En un esfuerzo por fortalecer la vigilancia, la FDA ha instado al público a reportar actividades sospechosas relacionadas con la venta de productos de salud dañados. Las autoridades han proporcionado números de contacto para que las personas puedan informar sobre cualquier establecimiento que esté en incumplimiento de las normativas establecidas, garantizando así una respuesta oportuna y efectiva. Mientras tanto, la comunidad continúa lidiando con las consecuencias de las lluvias persistentes y el temor a inundaciones adicionales. Las autoridades locales están en alerta, y se recomienda a los residentes que permanezcan informados sobre las actualizaciones meteorológicas y las advertencias emitidas por las agencias pertinentes. La combinación de fenómenos meteorológicos adversos y la preocupación por la calidad de los productos de salud destaca la necesidad de una respuesta coordinada y efectiva para salvaguardar la salud y el bienestar de la población. En resumen, la situación en Metro Manila y otras regiones de Filipinas es crítica, y la combinación de lluvias continuas y advertencias sobre la calidad de los productos de salud pone en relieve la importancia de la prevención y la pronta actuación de las autoridades competentes. El compromiso de la FDA y la colaboración con la comunidad son vitales para asegurar que todos permanezcan a salvo durante estos momentos difíciles.