Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El pasado mes, Carlos Lacaba, gerente de la empresa Geoter Consultores, presentó ante los alcaldes de la Comarca del Matarraña la revisión del Plan de Emergencias de Protección Civil, un documento que, tras su aprobación inicial en 2013 y una revisión en 2021, ha sido actualizado para adaptarse a los nuevos desafíos que enfrenta esta región. En palabras de Lacaba, es fundamental entender que el riesgo de incendio forestal es "muy alto en la práctica totalidad de la comarca", un hecho que ha cobrado relevancia en el contexto actual de creciente afluencia turística y condiciones climáticas adversas. Durante la exposición, se destacó que el aumento de visitantes no solo en las localidades, sino también en las zonas montañosas, ha generado nuevos riesgos. Actividades recreativas como el senderismo o la recolección de setas, aunque generalmente seguras, pueden convertirse en situaciones de emergencia, especialmente en el contexto de incendios forestales. La combinación de un gran número de personas y la orografía abrupta de la comarca plantea desafíos significativos a los servicios de rescate y emergencia. El Plan de Emergencias no solo aborda el riesgo de incendios, sino que también considera otros peligros naturales, como las crecidas inesperadas de ríos en lugares populares como el Salt de La Portellada y El Parrizal. Estas áreas atraen a numerosos visitantes, y aunque se ha controlado el aforo en El Parrizal, el resto de las zonas carece de un sistema claro de control de aforos, lo que complica la gestión en momentos de crisis. Carlos Lacaba subrayó que la escasez de recursos en los territorios rurales es una realidad que obliga a los ayuntamientos a depender de servicios externos, como bomberos o patrullas forestales. La falta de medios suficientes en Matarraña para hacer frente a situaciones de emergencia resalta la necesidad urgente de que los municipios se informen y preparen adecuadamente. Los alcaldes deben estar al tanto de los riesgos presentes en su territorio y ofrecer recomendaciones a la población, aunque la implementación de medidas concretas es un desafío debido a las limitaciones económicas. El riesgo de incendio, según el plan, no se limita a áreas específicas, sino que abarca casi toda la comarca, principalmente en la zona sur, donde se concentran grandes extensiones de vegetación forestal. Este riesgo se ve incrementado por el abandono de fincas agrícolas, lo que ha permitido que la masa vegetal crezca sin control. En términos de prevención, se recomienda a varios municipios desarrollar planes específicos para mitigar el riesgo de incendios. Además de los incendios, el Plan de Emergencias también aborda el riesgo de inundaciones, especialmente en localidades atravesadas por ríos como el Matarraña y el Bergantes. La falta de regulación en estos cursos fluviales puede llevar a crecidas peligrosas que afecten las infraestructuras y la comunicación en la comarca. Eventos pasados, como el colapso de puentes durante inundaciones, han puesto en evidencia la vulnerabilidad de la región y la necesidad de estar preparados para tales eventualidades. En el contexto de un poblamiento disperso en la comarca, Lacaba hizo hincapié en la importancia de que los ayuntamientos conozcan la distribución de la población. Ante un incendio o una inundación, es crucial poder identificar rápidamente a las personas que puedan necesitar evacuación. Sin embargo, el control del poblamiento disperso presenta sus propios desafíos, ya que hay que asegurar que la población esté informada y preparada para actuar en situaciones de emergencia. La responsabilidad de la información recae en los alcaldes, quienes deben actuar como intermediarios entre sus comunidades y los servicios de emergencia. En situaciones críticas, es esencial que los alcaldes mantengan la comunicación con los ciudadanos y coordinen la evacuación si es necesario. La falta de comunicación, ya sea por fallos en las redes telefónicas o por problemas con las emisoras de radio, puede complicar aún más la gestión de emergencias en situaciones de tormenta o nieve. Por último, el Plan de Emergencias contempla una variedad de riesgos, desde desastres naturales hasta accidentes de transporte de mercancías peligrosas. La infraestructura vial, como las carreteras nacionales que atraviesan la comarca, aunque no son principales rutas de transporte de mercancías peligrosas, puede presentar riesgos en caso de accidentes debido a su trazado y a la vegetación circundante. Esto destaca la necesidad de que tanto las autoridades locales como los ciudadanos estén informados y preparados para afrontar diversas situaciones de emergencia, garantizando así un entorno más seguro para todos.