Córdoba en alerta: 44 núcleos poblacionales amenazados por incendios forestales

Córdoba enfrenta una situación alarmante respecto al riesgo de incendios forestales, con un total de 44 núcleos poblacionales identificados como potencialmente amenazados. Esta información proviene del Plan Local de Emergencias por Incendios Forestales de Córdoba (Pleif), un documento que evalúa las condiciones climáticas, vegetativas y topográficas que predisponen a la región a sufrir este tipo de catástrofes. En total, se estima que casi 10.000 hectáreas en la capital están clasificadas como de riesgo alto o muy alto. Entre las áreas más vulnerables, se destacan 3.070 hectáreas localizadas en Castro Picón-Barranco del Puerto, Las Jaras y Las Siete Fincas, que presentan un riesgo muy alto de incendio. Asimismo, se identifican 6.184 hectáreas en Las Solanas del Pilar y La Cabellera del Sur con un riesgo alto. Esta información pone de manifiesto la gravedad de la situación y la necesidad urgente de implementar medidas preventivas y de concienciación. El Pleif también realiza una clasificación de los riesgos moderados y bajos en otras áreas de la provincia, abarcando un total de 5.971 hectáreas en zonas como Santo Domingo y El Melgarejo que presentan riesgo moderado, y 7.520 hectáreas en lugares con riesgo bajo. En contraste, 10.014 hectáreas se consideran de riesgo muy bajo, señalando una disparidad geográfica que debe ser analizada para una mejor gestión territorial. Históricamente, Córdoba ha sido uno de los términos municipales de Andalucía con mayor incidencia de incendios forestales. Desde 2011, el 49,8% de los incendios registrados ha tenido lugar en las zonas de mayor riesgo, lo que subraya la importancia de una respuesta rápida y efectiva ante estas emergencias. Sin embargo, el Pleif destaca que la mayoría de las igniciones no trascienden más de una hectárea, clasificándose como conatos, lo que sugiere que las acciones de prevención y extinción están funcionando en las etapas iniciales del fuego. A pesar de que el 83% de las igniciones en la provincia resultan en conatos, el 17% se convierten en incendios forestales, lo que señala que el desafío no es menor. La superficie promedio que se quema anualmente en Córdoba es de 497 hectáreas, lo que indica un problema persistente que requiere atención constante. El Pleif no solo se centra en las cifras, sino que también critica la creciente dispersión de viviendas en la Sierra de Córdoba y la expansión de la vegetación natural, factores que agravan la problemática. Este fenómeno de urbanización descontrolada en áreas propensas a incendios es una dinámica que preocupa a las autoridades locales y que necesita ser abordada con urgencia. Además, el documento resalta que muchos de estos núcleos de población son segundas residencias, lo que puede distorsionar la percepción sobre la densidad poblacional real en estas áreas. Durante los fines de semana y el verano, el número de visitantes aumenta considerablemente, lo que añade una capa adicional de complejidad a la gestión de emergencias. Esta movilidad estacional puede complicar los esfuerzos de evacuación y respuesta en caso de incendio. Los eventos especiales, como romerías y festivales, atraen a un gran número de personas hacia la Sierra, incrementando así el riesgo de igniciones accidentales. El Pleif menciona varias festividades locales que podrían servir como catalizadores para un aumento en la actividad humana, lo que debería tenerse en cuenta al desarrollar estrategias de prevención. Para mitigar estos riesgos, el Pleif propone una estrategia que incluye la colaboración con las comunidades locales y la implementación de planes de autoprotección. La creación de canales informativos y un sistema de control del tráfico rodado en las vías de acceso a la Sierra son pasos esenciales para adaptar la respuesta a las fluctuaciones poblacionales y asegurar que las acciones de emergencia sean efectivas. La situación en Córdoba es un ejemplo de cómo el cambio climático, la urbanización y la falta de planificación pueden interrelacionarse para crear condiciones propensas a desastres. Es imperativo que las autoridades municipales y provinciales trabajen en conjunto con los ciudadanos para fomentar una cultura de prevención y preparación ante incendios forestales, asegurando así la protección de la vida y el patrimonio en esta rica y hermosa región.