Incendios forestales en Neiva: 40 hectáreas arrasadas en dos semanas de crisis

La situación de los incendios forestales en Neiva se ha convertido en un tema preocupante para la comunidad, ya que en las últimas semanas se han registrado un aumento alarmante de estas conflagraciones. Con un saldo de 40 hectáreas afectadas en solo dos semanas, el total de terreno devastado en lo que va del año asciende a más de 100 hectáreas. Desde el Cuerpo Oficial de Bomberos de Neiva, su comandante, el sargento William Andrés Bernal, ha señalado que el 99% de estos incendios son provocados, lo que plantea serias preguntas sobre la cultura de cuidado ambiental en la región. La combinación de altas temperaturas, fuertes vientos y prácticas irresponsables ha llevado a que Neiva enfrente una de sus temporadas más críticas en cuanto a incendios se refiere. En un solo día, los bomberos han tenido que atender hasta seis emergencias, lo que refleja la gravedad de la situación. Bernal ha indicado que, en el contexto de vientos intensos y temperaturas elevadas, se han contabilizado hasta 90 hectáreas impactadas en diferentes puntos de la ciudad. Las áreas más afectadas por los incendios incluyen el norte de Neiva, particularmente en el barrio Alberto Galindo y la ruta hacia el corregimiento de Fortalecillas, así como el sur, donde localidades como Surabastos y El Caguán sufren las consecuencias. En estas últimas dos semanas, los 25 incendios forestales han representado una pérdida significativa de vegetación. Uno de los desafíos más grandes que enfrentan los bomberos es el impacto de los vientos, que facilitan la propagación del fuego. La dificultad para controlar el avance de las llamas se agrava con la repetición de emergencias en puntos críticos, como basureros y escombreras, donde los incendios han requerido la intervención de los bomberos más de una vez al día. Estos lugares, además, se encuentran en zonas residenciales, lo que incrementa el riesgo para la comunidad. La situación se ve agravada por la proliferación de basureros, como el que se ubica en la cabecera del aeropuerto Benito Salas. Las llamas generadas han ocasionado la cancelación y desvío de vuelos, reflejando así el impacto en la infraestructura de transporte de la ciudad. Esto no solo afecta a los viajeros, sino que también representa una crisis de visibilidad y seguridad para la navegación aérea. Una de las mayores preocupaciones, según el sargento Bernal, es que una gran parte de estos incendios son provocados, ya sea por negligencia o intencionalidad. La propagación rápida del fuego se ve favorecida por la sequedad de pastos y rastrojos, lo que convierte a Neiva en un terreno fértil para la emergencia de nuevos focos de incendio. Frente a esta situación, el comandante de bomberos hizo un llamado a la ciudadanía para adoptar medidas preventivas. Recomendó verificar que los dispositivos electrónicos estén apagados y desconectados al salir de casa, para evitar sobrecargas que puedan originar chispas. Además, instó a los vecinos a no botar basura en la calle, especialmente vidrios, y a manejar con responsabilidad las colillas de cigarrillos. Ayer, el cuerpo de bomberos de Neiva atendió varios incendios, destacando un caso en un basurero del barrio Álvaro Uribe Vélez y en las inmediaciones del patinódromo. En estos eventos, los drones se han convertido en herramientas útiles para cuantificar las hectáreas afectadas y coordinar las acciones de los equipos de emergencia. Los recientes incidentes en lugares como la vereda La Mata y el barrio Ipanema subrayan la urgente necesidad de crear conciencia en la población sobre el cuidado y la preservación del medio ambiente. La colaboración entre bomberos, ambientalistas y la comunidad es crucial para revertir esta tendencia y proteger la vegetación que sostiene el ecosistema local. En conclusión, los incendios forestales en Neiva representan un grave problema que no solo afecta el paisaje natural, sino que también pone en riesgo la seguridad de los ciudadanos. La responsabilidad compartida y la educación ambiental son fundamentales para enfrentar este desafío y asegurar un entorno más seguro y saludable para todos.