Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El WiZink Center de Madrid ha tomado una postura firme al amonestar al rapero Travis Scott tras el incumplimiento de las normas de emisión de sonido durante sus recientes conciertos en la capital española. Esta medida surge después de que se registraran niveles de sonido que superaron considerablemente los límites establecidos, lo que ha generado preocupación por el impacto ambiental y la calidad de vida de los vecinos del recinto. Según un comunicado emitido por los administradores del WiZink Center, a pesar del rotundo éxito de los conciertos de Scott, sus actuaciones se vieron “gravemente empañadas” por el incumplimiento de las normativas pertinentes. En este sentido, se destacó que el artista alcanzó niveles de sonido de hasta 120 dB en los subgraves, cuando el límite establecido es de 102 dB en bandas hasta 100 Hz y de 105 dBA. Esta situación no solo representa una falta de respeto hacia las regulaciones locales, sino que también refleja una imagen de irresponsabilidad dentro de la industria musical. Previo al segundo concierto, el WiZink Center notificó a los organizadores de la gira sobre la gravedad del asunto y dejó claro que se llevaría a cabo una medición del sonido a través de un notario y una empresa independiente de ingeniería acústica, con el fin de documentar cualquier posible nuevo incumplimiento. A pesar de estas advertencias, los niveles de sonido continuaron excediendo los límites permitidos, lo que llevó a la administración del recinto a tomar medidas más drásticas. Las autoridades del WiZink Center expresaron su descontento al afirmar que es “lamentable” que un artista de la magnitud de Travis Scott no cumpla con las normativas medioambientales de las ciudades que visita. Esta conducta, a su juicio, pone en riesgo no solo la buena imagen del artista, sino también la reputación del sector musical en su conjunto. En un momento donde la sostenibilidad y el respeto por el entorno son esenciales, la falta de atención a estos aspectos puede tener repercusiones negativas en la percepción pública de la industria. El WiZink Center no solo se ha visto obligado a actuar debido al incumplimiento de Travis Scott, sino que también ha querido utilizar esta situación como una lección para el resto de la industria musical. La amonestación se presenta como una llamada a la responsabilidad para todos los artistas, promotores y organizadores de eventos. Se espera que tanto los conciertos como los festivales, en espacios cerrados y abiertos, adopten prácticas que minimicen su impacto en las comunidades circundantes. Además, la gestión del recinto ha tomado precauciones al instalar sonómetros en el exterior, lo que les permite monitorear en tiempo real el sonido que se produce dentro y actuar en consecuencia para proteger a los vecinos. Este tipo de medidas subraya la importancia de equilibrar el entretenimiento en vivo con la calidad de vida de quienes viven cerca de estos espacios. A raíz de esta amonestación, cualquier futura actuación de Travis Scott en el WiZink Center requerirá que el artista asuma “garantías extraordinarias” de cumplimiento de las normativas internas. Esta cláusula añade un nivel adicional de responsabilidad que los artistas deberán tener en cuenta al presentarse en recintos de este tipo. El incidente no solo afecta a Travis Scott, sino que también resuena en la comunidad musical en general. La presión por cumplir con las normativas de sonido y cuidar el entorno es mayor que nunca, y esta situación podría influir en cómo se gestionan los eventos en el futuro. La industria tiene la responsabilidad de adaptarse a las expectativas de las comunidades, que buscan cada vez más un equilibrio entre la cultura del entretenimiento y el respeto por el medio ambiente. En un mundo donde la concienciación sobre el medio ambiente y la sostenibilidad está en aumento, acciones como la amonestación al rapero son un recordatorio de que todos tenemos un papel que desempeñar. Los artistas, como figuras influyentes, tienen la capacidad de marcar la diferencia, y su comportamiento en los escenarios puede establecer un precedente para el futuro de la música en vivo.