Incendio forestal en Benasau muestra señales de control pero el riesgo sigue alto

El incendio forestal que comenzó ayer por la tarde en Benasau, un municipio alicantino del interior norte, ha mostrado señales positivas de control a lo largo de esta mañana. Con el apoyo de los medios aéreos que se integrarán en las labores de extinción, las autoridades esperan una respuesta más eficaz para contener las llamas que han obligado al desalojo de numerosos vecinos, especialmente de la cercana localidad de Penáguila. La dirección del Puesto de Mando Avanzado (PMA) ha indicado que la situación ha mejorado, aunque el riesgo permanece alto debido a las condiciones meteorológicas adversas. Durante la noche, se establecieron albergues en Benifallim y Cocentaina para brindar refugio a aquellos que tuvieron que evacuar sus hogares. Este tipo de medidas es crucial en situaciones de emergencia, ya que garantiza la seguridad y bienestar de los afectados mientras se combate el fuego. La Guardia Civil de Tráfico ha informado de que las carreteras CV-781 y CV-785 han sido afectadas por el incendio, lo que ha generado complicaciones en el tránsito y en la logística de los equipos de intervención. Las autoridades instan a la población a evitar la zona y respetar las indicaciones de los servicios de emergencia para facilitar las operaciones de extinción y garantizar la seguridad de todos. Ayer, la Generalitat solicitó la colaboración de la Unidad Militar de Emergencias (UME) para enfrentar este fuego forestal, lo que subraya la magnitud del desafío que enfrentan los equipos de extinción. El Centro de Coordinación de Emergencias activó la Situación 2 del Plan Especial Frente al Riesgo de Incendios Forestales (PEIF), un protocolo que se activa cuando el incendio representa una amenaza seria para la población y los bienes no forestales. Desde el inicio del incendio, alrededor de las 15 horas, el viento cambiante ha complicado las operaciones en el lugar. Los vientos, con rachas de entre 30 y 40 kilómetros por hora, combinados con temperaturas que alcanzaron los 35 grados y una humedad relativa alarmantemente baja, han creado un escenario propicio para la propagación del fuego. Estas condiciones climáticas no solo dificultan la extinción, sino que también aumentan el riesgo de que otros incendios puedan surgir en la región. En respuesta a la emergencia, los equipos de extinción han movilizado una flota considerable de recursos. Hasta el momento, se han desplegado cinco unidades terrestres, junto con dos helitransportadas de los bomberos forestales, cuatro autobombas y varias dotaciones de los cuerpos de bomberos de Cocentaina y Benidorm. Además, el Ministerio de Medio Ambiente ha enviado dos unidades anfibias, lo que refuerza los esfuerzos en una zona donde la vegetación seca representa un peligro inminente. El incendio fue reportado cerca de la depuradora de Benasau, en una región con abundancia de pinos que han facilitado su rápida propagación. Las autoridades han actuado con celeridad, activando el dispositivo de extinción para contener el fuego antes de que alcanzara áreas más densamente pobladas. Sin embargo, el desafío sigue siendo significativo, y cada minuto cuenta en la lucha contra este voraz incendio. A medida que avanza el día, las previsiones indican que el riesgo de incendios forestales en la provincia de Alicante y en el resto de la Comunidad Valenciana aumentará. Con un nivel extremo de riesgo (rojo) en las tres provincias valencianas, a excepción del sur de Alicante y el litoral de Castellón que presentan un riesgo alto (naranja), las autoridades han hecho un llamado a la ciudadanía para que esté alerta y tome precauciones. La situación en Benasau es un recordatorio de la fragilidad de nuestros ecosistemas y la necesidad de mantener una vigilancia constante ante las condiciones climáticas que favorecen los incendios. La colaboración entre diferentes cuerpos de emergencia y la preparación de la población son esenciales para enfrentar estos desafíos y minimizar su impacto. Mientras los medios aéreos y terrestres continúan trabajando arduamente, la comunidad espera que pronto se logre estabilizar la situación y que los afectados puedan regresar a sus hogares en un entorno seguro.