Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
La situación en Benasau ha sido complicada desde que se declaró un incendio forestal en la tarde de ayer, lo que llevó a la evacuación de entre 120 y 150 vecinos de la cercana localidad de Penàguila. Sin embargo, a medida que avanza la mañana, la noticia parece ser más alentadora. Los equipos de extinción han comenzado a reincorporar medios aéreos para combatir el siniestro, que ha presentado una evolución favorable en las últimas horas, según ha comunicado el Consorcio Provincial de Bomberos y el Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat. Los primeros informes apuntan a que el origen del incendio podría haber sido una chispa generada por una radial utilizada en trabajos de mantenimiento en la pedanía de Ares del Bosc, lo que plantea la posibilidad de que el desastre haya sido provocado por un accidente durante labores de rutina. El fuego comenzó en un área de vegetación extremadamente seca, cerca de la depuradora de Benasau, lo que sin duda ha contribuido a su rápida propagación. Los cortes de carretera son una de las consecuencias inmediatas del incendio, que ha afectado a las comarcales CV-781 y CV-785, así como a un tramo de la CV-770. La Guardia Civil de Tráfico ha estado supervisando la situación y manteniendo informados a los conductores sobre las rutas afectadas. Esto ha generado cierto caos en la movilidad de los residentes y en la logística del transporte de los equipos de emergencia. A pesar de que el frente de llamas ha logrado detenerse en la noche gracias a las condiciones meteorológicas favorables, los responsables del Consorcio de Bomberos advierten que la situación continúa siendo delicada. No se espera que se declare el estado de estabilización del incendio en el corto plazo, y los expertos están atentos a un posible cambio en el clima que podría complicar la extinción. Los esfuerzos de extinción del fuego son robustos, con un despliegue que incluye tres medios aéreos que ya se encuentran en acción y otros cuatro que se incorporarán en breve. En total, 15 dotaciones del Consorcio de Bomberos de Alicante, compuestas por 60 bomberos, están trabajando en el terreno, junto a 8 unidades de Bomberos Forestales que suman unos 35 efectivos. Además, la Unidad Militar de Emergencias (UME) ha enviado a 40 efectivos a la zona para apoyar en las labores, tras la activación del nivel 2 del Plan Especial de Incendios Forestales (PEIF). Los evacuados de Penàguila han encontrado refugio en un albergue habilitado en Benifallim, donde se han llevado a cabo medidas de apoyo para aquellos que han sido desalojados de sus hogares. Además, el Centro de Coordinación de Emergencias ha puesto a disposición otro albergue en Cocentaina para atender a todos los afectados. Cruz Roja ha activado un Equipo de Respuesta Inmediata en Emergencias de Albergue Provisional (ERIE AP) en Benifallim, que tiene una capacidad inicial para 30 personas, aunque está preparado para aumentar esta cifra si la situación lo requiere. Mientras tanto, el Consorcio Provincial de Bomberos ha informado que otro incendio forestal declarado en Biar ha sido controlado en un tiempo relativamente corto, lo que ha permitido que varios vehículos y 16 bomberos de los parques de Villena y Elda se centren en la extinción. Este segundo incendio también provocó desalojos, incluyendo a 60 menores inmigrantes y un monitor, lo que ha añadido más presión a los recursos disponibles. La comunidad se une en un momento de crisis, mostrando solidaridad hacia aquellos que han tenido que dejar sus hogares. La respuesta de las autoridades ha sido rápida y coordinada, destacando la importancia de la preparación ante situaciones de emergencia en una región donde los incendios forestales son una amenaza recurrente, especialmente en épocas de sequía y altas temperaturas. A medida que se trabaja en la extinción y contención de estos incendios, se hace un llamado a la responsabilidad de todos los ciudadanos. La prevención es clave para evitar que situaciones como esta se repitan en el futuro. La cooperación entre los ciudadanos, las autoridades locales y los servicios de emergencia es esencial para salvaguardar tanto a las personas como a la rica biodiversidad que caracteriza la zona. El próximo boletín con información actualizada se espera en las próximas horas, donde se brindará más detalle sobre la evolución del incendio y la seguridad de los evacuados. La esperanza es que, con el esfuerzo conjunto y la ayuda de las condiciones meteorológicas, se pueda controlar la situación y restaurar la calma en Benasau y sus alrededores.