Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El 26 de julio ha sido proclamado por la Unesco como el Día Internacional de la Defensa del Ecosistema Manglar, una fecha que busca resaltar la importancia de estos bosques únicos que crecen en zonas inundables de las costas tropicales y subtropicales. En un contexto de crisis climática, donde los desastres naturales como tormentas y huracanes afectan cada vez con mayor frecuencia a comunidades costeras alrededor del mundo, los manglares se revelan como aliados fundamentales en la lucha contra el cambio climático y en la protección de la biodiversidad. En Guatemala, las costas han sufrido considerables daños a causa de fenómenos climáticos extremos, impactando a miles de personas y destruyendo infraestructuras. Los manglares que se encuentran a lo largo de las costas del Caribe y del Pacífico en el país, juegan un papel crucial en la mitigación de estos impactos. Estos ecosistemas no solo actúan como barreras naturales contra tormentas y tsunamis, sino que también contribuyen a estabilizar el clima local y a absorber dióxido de carbono, ayudando así a reducir la emisión de gases de efecto invernadero. Con una extensión de 25,089 hectáreas, los manglares guatemaltecos albergan una rica diversidad de especies de aves, peces, reptiles y plantas, muchas de las cuales se encuentran en la Lista de Especies Amenazadas de Guatemala. Sin embargo, estos ecosistemas enfrentan graves amenazas debido a actividades humanas como la agricultura intensiva, que promueven el cambio de uso del suelo y la alteración de la hidrología de los manglares. Es por esto que la conservación y restauración de los manglares se vuelve una tarea urgente y necesaria. Ante este panorama, diversas organizaciones en Guatemala se han unido para enfrentar los desafíos que enfrentan los manglares en el país. La Red de Restauración del Pacífico, encabezada por el Instituto Nacional de Bosques (Inab) en colaboración con el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap) y otras entidades, está trabajando en iniciativas de restauración, educación ambiental e investigación para proteger y preservar estos ecosistemas vitales. Uno de los proyectos destacados es el corredor biológico Monterrico-Hawaii, crucial para la conservación de aves migratorias y donde se están implementando estrategias participativas con la comunidad local. Para conmemorar el Día Internacional de la Defensa del Ecosistema Manglar, la Red de Restauración del Pacífico ha organizado un evento especial en el Zoológico La Aurora, con el objetivo de concienciar sobre la importancia de la conservación de los manglares. Es fundamental que se reconozca la relevancia de estos ecosistemas para la sostenibilidad ambiental y para la protección de la biodiversidad en Guatemala. La preservación de los manglares no solo beneficia a la naturaleza, sino que también contribuye al bienestar y la resiliencia de las comunidades costeras frente a los impactos del cambio climático.