Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Un sismo de magnitud 7,3 sacudió el norte de Chile la noche anterior, con epicentro a 23 kilómetros de la ciudad de San Pedro de Atacama, generando una serie de réplicas que han mantenido en alerta a la población. Este evento telúrico se ha catalogado como el más significativo desde el ocurrido en 2016 en la isla sureña de Chiloé. Según el Centro Sismológico Nacional de la Universidad de Chile, las réplicas han oscilado entre 2,5 y 4,8 grados, exacerbando la preocupación de los habitantes de la zona. Las consecuencias del temblor no se hicieron esperar, con cortes parciales de energía eléctrica, caída de rocas en las carreteras y fisuras en un puente vital que conecta las regiones de Antofagasta y Tarapacá. Lamentablemente, se reportó el deceso de un hombre de 54 años por causas indirectas relacionadas con el evento. Se presume que el individuo sufrió complicaciones cardíacas a raíz de la situación de emergencia. En este contexto, el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres se encuentra desplegado en la zona, evaluando los posibles daños materiales y brindando asistencia a la población afectada. Chile, ubicado en el Cinturón de Fuego del Pacífico, es conocido por ser una de las naciones más expuestas a eventos sísmicos en el mundo, tanto de baja como alta intensidad. Esta realidad geográfica coloca al país sudamericano en constante alerta y preparación ante posibles desastres naturales. Es importante recordar que Chile ha sido escenario de eventos sísmicos trágicos en el pasado, como el terremoto de Valdivia en 1960, catalogado como el más intenso registrado en la historia, con una magnitud de 9,5. Este evento devastador desencadenó un maremoto con olas de más de 10 metros, dejando una profunda huella en la memoria colectiva del país. La historia de Chile está marcada por la resiliencia de su pueblo ante la adversidad de la naturaleza. La ocurrencia de este sismo en el norte de Chile sirve como recordatorio de la importancia de la prevención y la preparación ante posibles desastres naturales en un país con una historia sísmica tan marcada. Las autoridades han recomendado a la población mantener la calma, seguir las indicaciones de seguridad y estar atentos a futuras réplicas que puedan ocurrir en las próximas horas. La solidaridad y la unidad en momentos de crisis se vuelven fundamentales para afrontar los desafíos que se presentan en situaciones de emergencia como la actual. En conclusión, el sismo de magnitud 7,3 en el norte de Chile ha generado preocupación y movilización en la zona afectada, recordando la vulnerabilidad sísmica del país y la importancia de la preparación ante eventos naturales de esta envergadura. La solidaridad y la pronta respuesta de las autoridades y organismos de emergencia son clave en la mitigación de los daños y en la protección de la vida de los ciudadanos. Chile, una nación acostumbrada a convivir con la actividad telúrica, demuestra una vez más su capacidad de respuesta ante la adversidad, reafirmando la importancia de la prevención como pilar fundamental en la gestión de desastres naturales.