Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Un sismo de gran magnitud sacudió el norte de Chile este jueves 18 de julio, con una intensidad de 7.3 en la escala de Richter, según informó el Servicio Geológico de Estados Unidos. El epicentro de este terremoto se ubicó a 265 kilómetros al este de la ciudad costera de Antofagasta, con una profundidad de 126 kilómetros, generando inquietud y alerta en la región. A pesar de la fuerza del sismo, hasta el momento no se ha emitido una alerta de tsunami, lo cual ha permitido mantener cierta calma en la población afectada. El presidente de Chile, Gabriel Boric, utilizó sus redes sociales para informar que no se habían reportado personas heridas ni daños estructurales a raíz de este evento telúrico. En su mensaje, el mandatario chileno mantuvo a la ciudadanía informada sobre las acciones que se estaban tomando para evaluar la situación y brindar la asistencia necesaria en caso de emergencia. Destacó la labor de los equipos desplegados para recabar información y la importancia de mantenerse atentos a los comunicados del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred). A pesar de que se descartaron daños significativos en la infraestructura carretera, Boric señaló que se registró un corte de luz en San Pedro de Atacama, resaltando la importancia de estar preparados para posibles consecuencias derivadas de estos eventos naturales. La región se vio impactada por un nuevo sismo de 5.1 dos horas después del primer temblor, el cual no implicó una amenaza de tsunami. La población y las autoridades locales se mantienen en alerta ante la posibilidad de réplicas y la necesidad de evaluar los posibles daños colaterales que puedan surgir a raíz de estos movimientos telúricos. La capacidad de respuesta y coordinación de los equipos de emergencia ha sido fundamental para mantener la calma y garantizar la seguridad de la ciudadanía en medio de esta situación. La solidaridad y la colaboración ciudadana se han hecho presentes en la zona afectada, con vecinos y voluntarios dispuestos a prestar apoyo en caso de ser necesario. La prevención y la preparación ante desastres naturales se han vuelto temas prioritarios en la agenda de las autoridades, que buscan fortalecer los protocolos de actuación y la capacidad de respuesta ante eventos de esta índole. Es fundamental que la población se mantenga informada a través de fuentes oficiales y siga las recomendaciones de seguridad emitidas por las autoridades competentes. La conciencia colectiva y la colaboración de todos los actores involucrados son clave para afrontar de manera efectiva situaciones de emergencia como la ocurrida en el norte de Chile.