Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En la actualidad, no es raro encontrarnos con noticias sobre desastres naturales y fenómenos meteorológicos extremos que parecen cada vez más frecuentes y violentos. El cambio climático es uno de los temas más candentes y preocupantes de nuestra era, y el público se entera de su impacto principalmente a través de eventos como huracanes, olas de calor o inundaciones. Estos sucesos, cargados de dramatismo y consecuencias devastadoras, parecen despertar una fascinación en las personas que va más allá de la mera curiosidad por lo extremo. Recientemente se ha anunciado el estreno de la película “Twisters”, una nueva versión de la cinta de 1996 que aborda el tema de los tornados. Este hecho no hace sino confirmar la atracción que ejercen sobre nosotros los fenómenos meteorológicos extremos y la destrucción que pueden provocar. Según Simon Dickinson, de la Universidad de Plymouth, la renovada relevancia de este tipo de películas demuestra el interés del público por eventos climáticos impactantes y su capacidad para conectarnos con la naturaleza y la vulnerabilidad humana. El estudio realizado por Dickinson sobre la visualización de videos de huracanes y tormentas en YouTube arroja luz sobre la motivación detrás de esta conducta. La gente busca ver con sus propios ojos aquello de lo que ha oído hablar, anhelando presenciar momentos extraordinarios como el ojo de la tormenta o el impacto de un huracán. Estas imágenes extremas les permiten conectar lo abstracto con lo concreto, lo teórico con lo experimental, creando una experiencia sensorial y emocional única a través de una pantalla. El cambio climático, que representa el telón de fondo de todos estos fenómenos meteorológicos extremos, se convierte en una realidad palpable a través de eventos como tornados, huracanes o sequías. A pesar de que el aumento de la temperatura global es un proceso gradual e imperceptible para la mayoría de las personas, la manifestación de sus efectos en forma de desastres naturales nos confronta directamente con las consecuencias de nuestras acciones en el planeta. Friederike Otto, científica del clima, destaca la importancia de los estudios de atribución rápida para identificar el papel del cambio climático en eventos meteorológicos extremos y transmitir esa información de manera rápida y efectiva a la sociedad. Estos estudios permiten establecer una conexión clara entre la crisis climática y los fenómenos que impactan nuestras vidas de forma inmediata, reforzando la necesidad de actuar con premura y determinación. Joshua Ettinger, experto en comunicación climática, resalta la importancia de aprovechar los momentos de clima extremo como oportunidades para sensibilizar a la población sobre el cambio climático y fomentar la acción climática. Aunque las reacciones ante estos eventos pueden variar, desde el miedo hasta la indiferencia, es fundamental abrir un diálogo constructivo que permita comprender la interconexión entre los desastres naturales y el cambio climático. La relación entre el clima extremo y el cambio climático es un tema complejo y multifacético que requiere de un abordaje integral y colaborativo. Las conversaciones sobre este tema pueden resultar incómodas o polémicas, pero son esenciales para generar conciencia y promover cambios significativos en nuestras prácticas individuales y colectivas. A medida que nos adentramos en un futuro donde los fenómenos meteorológicos extremos podrían intensificarse, es crucial que como sociedad abordemos de frente el desafío del cambio climático. La fascinación por lo extremo debe ir acompañada de un compromiso activo por preservar nuestro planeta y garantizar un futuro sostenible para las generaciones venideras. En definitiva, la atracción que ejercen los fenómenos meteorológicos extremos sobre nosotros no solo revela nuestra fascinación por lo grandioso y lo poderoso de la naturaleza, sino también la urgencia de actuar frente a un problema global que nos concierne a todos. Aprovechemos estos momentos de impacto climático para reflexionar, debatir y tomar medidas concretas que nos permitan mitigar el cambio climático y preservar la vida en la Tierra.