Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El 3º Foro Regional de Vivienda 2024 es una oportunidad crucial para redefinir el panorama habitacional en América Latina y el Caribe y explorar la innovación disruptiva que valdría la pena poner en marcha para una mejor atención de la población vulnerable. En este contexto, hay un tema central del que todos deberíamos estar hablando: viviendas sostenibles y resilientes frente a las amenazas del cambio climático y los desastres naturales. En la región de América Latina y el Caribe, el déficit habitacional es una realidad que se ve agravada por la creciente presión de fenómenos climáticos extremos. En eventos recientes como la inundación en Rio Grande do Sul, Brasil, que afectó a 200 mil viviendas y dejó a 423 mil personas desplazadas, o los intensos temporales en Chile que destruyeron viviendas y dejaron a personas aisladas, queda en evidencia la urgencia de repensar el enfoque hacia soluciones habitacionales más resilientes. El cambio climático no solo pone en riesgo a las comunidades más vulnerables, sino que también destaca la necesidad de adaptar las infraestructuras existentes y de construir nuevas viviendas que puedan resistir las condiciones climáticas cambiantes. Ante este panorama, es crucial explorar soluciones alternativas que fortalezcan la resiliencia y sostenibilidad en el sector de la vivienda. Una de las estrategias clave para abordar el déficit habitacional en América Latina y el Caribe es el retrofit de viviendas existentes. Esta práctica consiste en mejorar y renovar las estructuras habitacionales actuales para hacerlas más resistentes a eventos extremos y desastres naturales, así como más eficientes en términos energéticos. Al reforzar las conexiones estructurales, mejorar la eficiencia energética y promover el uso de materiales resistentes, se puede aumentar la seguridad de las viviendas y reducir su impacto ambiental. Por ejemplo, el Programa My Safe Florida Home en Estados Unidos ofrece inspecciones gratuitas para evaluar la vulnerabilidad de las viviendas frente a huracanes, proporcionando recomendaciones de mejoras que pueden mitigar posibles daños por tormentas. Esta iniciativa demuestra cómo el retrofit puede contribuir no solo a la seguridad de las viviendas, sino también a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero al evitar la construcción de nuevas estructuras. Otra estrategia importante es la redensificación urbana, que consiste en el desarrollo de terrenos vacíos dentro de las ciudades en lugar de expandirse hacia nuevas áreas. Este enfoque permite reducir la dependencia del automóvil, revitalizar economías locales, conservar tierras escasas y mejorar la calidad de vida de los habitantes al crear barrios más sostenibles y resilientes. La redensificación también puede contribuir a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y aumentar la resiliencia urbana frente a los riesgos climáticos. En América Latina y el Caribe, donde más de 110 millones de personas viven en asentamientos informales, la seguridad en la tenencia de la tierra es fundamental para la resiliencia y sostenibilidad de las comunidades. Garantizar derechos claros sobre la propiedad de la tierra no solo brinda estabilidad a los habitantes, sino que también fomenta la inversión en mejoras habitacionales y facilita el acceso a financiamiento y programas de apoyo. La formalización de la tenencia de la tierra es crucial para construir comunidades fuertes y preparadas para enfrentar los desafíos del futuro. En este contexto, la colaboración entre gobiernos, sector privado y comunidades es fundamental para implementar soluciones habitacionales sostenibles y resilientes en América Latina y el Caribe. El enfoque en viviendas verdes y adaptadas al cambio climático no solo es una necesidad urgente, sino también una oportunidad para generar empleo, fomentar la innovación y mejorar la calidad de vida de millones de personas en la región. Es momento de trabajar juntos para construir un futuro habitacional más seguro, sostenible y resiliente para todos.