Juan Brignardello Vela
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Una alerta de seguridad interrumpió brevemente el viaje del rey Carlos III y la reina Camila a la Isla de Jersey, en el canal de la Mancha, el pasado lunes. El incidente tuvo lugar durante su visita al evento de la Jersey Expo, donde fueron retirados por asistentes reales luego de que surgiera un pequeño motivo de preocupación. Las imágenes captadas mostraron a uno de los miembros del entorno real hablando con la reina Camila y retirándola suavemente mientras disfrutaba de un helado. Afortunadamente, la situación se resolvió rápidamente y la pareja real pudo reanudar su visita tras una breve pausa. El Palacio de Buckingham optó por no hacer comentarios al respecto, manteniendo la discreción en torno a lo sucedido en Jersey. Este episodio ocurrió apenas dos días después de un intento de asesinato contra el expresidente y actual candidato presidencial estadounidense Donald Trump durante un mitin de campaña en Pensilvania. Ante este grave suceso, Carlos III envió un mensaje personal a Trump a través de la embajada británica en Washington, expresando su solidaridad y condena ante la violencia política. El nuevo primer ministro laborista británico, Keir Starmer, también se pronunció ante el atentado, condenando enérgicamente todo acto de violencia política. En medio de este contexto tenso, se anunció que los reyes Carlos III y Camila tienen planeado viajar a Australia y Samoa en octubre, con un programa reducido debido al cáncer que padece el monarca. La visita a Australia, donde Carlos III es jefe de Estado, se llevará a cabo por invitación del gobierno australiano, visitando lugares como Canberra y Nueva Gales del Sur. En Samoa, los monarcas asistirán a una reunión de los jefes de gobierno de la Commonwealth, lo que les permitirá fortalecer los lazos bilaterales entre la nación insular del Pacífico y el Reino Unido. Sin embargo, dadas las circunstancias de salud del rey Carlos, se decidió no incluir en el itinerario la visita a Nueva Zelanda, siguiendo las recomendaciones médicas para priorizar su recuperación. Esta decisión fue tomada en consulta con los primeros ministros de Australia y Nueva Zelanda, y el programa podrá ser modificado según la evolución de la salud del monarca. Carlos III, quien fue coronado en mayo de 2023, reveló en febrero su diagnóstico de cáncer, aunque no se especificó el tipo. A pesar de esta situación, el monarca ha continuado con sus compromisos oficiales, como su participación en las conmemoraciones del 80º aniversario del Desembarco de Normandía y la recepción del emperador de Japón en visita de Estado. Esta próxima visita a Australia marcará la primera vez que Carlos III viaje al país como rey, recordando la última visita de un soberano británico a Australia realizada por la reina Isabel II en 2011.