Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
La presencia de Arabia Saudita en América Latina y el Caribe ha experimentado un notable crecimiento en los últimos años, alimentado por el ambicioso plan económico conocido como Visión 2030, impulsado por el príncipe heredero Mohamed Bin Salman. Esta estrategia busca modernizar la economía saudita, diversificar sus fuentes de ingreso y reducir la dependencia del petróleo, apostando por la expansión de inversiones y negocios en diferentes regiones del mundo. En este contexto, las exportaciones sauditas hacia América Latina han crecido significativamente, alcanzando en 2023 la cifra de 4.581 millones de dólares, lo que representa un incremento del 38,8% respecto al año anterior. Asimismo, las importaciones desde la región también han aumentado, llegando a 4.993 millones de dólares en el mismo periodo, un 23,6% más que en 2019. Estos números reflejan el florecimiento del comercio entre ambas regiones. Además del intercambio comercial, Arabia Saudita ha realizado importantes inversiones en países latinoamericanos y caribeños. Un ejemplo destacado es el compromiso de invertir 2.500 millones de dólares en el desarrollo de las naciones caribeñas, anunciado por Guyana el pasado noviembre. Asimismo, empresas sauditas como Aramco han incursionado en el mercado chileno, adquiriendo distribuidores de carburantes y planeando expandir sus operaciones en la región. El enfoque de Arabia Saudita hacia América Latina y el Caribe es parte de una estrategia más amplia de diversificación de sus inversiones y de búsqueda de nuevos mercados. La región se presenta como un destino atractivo debido a su estabilidad política y económica, así como a la presencia de recursos estratégicos como el litio, el níquel y el cobre, que podrían ser clave en un futuro post-petróleo. Además de los intereses económicos, la relación entre Arabia Saudita y América Latina también tiene implicaciones geopolíticas. Los países de la región, en su mayoría no alineados con potencias occidentales, representan un apoyo diplomático para Riad en foros internacionales. La búsqueda de rehabilitación internacional tras casos como el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en 2018 ha llevado al gobierno saudita a fortalecer lazos con países latinoamericanos y caribeños. En el caso de Brasil, las relaciones con Arabia Saudita se han intensificado en los últimos años, con intercambios comerciales en sectores como alimentos, energías renovables y tecnología. El interés saudita en la capacidad brasileña para producir alimentos halal, así como en sectores más tecnológicos como la energía eólica y la industria de defensa, ha impulsado la cooperación entre ambos países. Si bien la distancia geográfica y cultural entre Arabia Saudita y América Latina plantea desafíos, la relación en crecimiento entre ambas regiones representa una oportunidad para fortalecer la cooperación económica y diplomática. El impulso de las inversiones sauditas en América Latina y el Caribe, guiadas por la Visión 2030, refleja la voluntad del reino de diversificar su economía y establecer alianzas estratégicas en un mundo en constante transformación.