FEMA en riesgo de crisis financiera por falta de fondos ante temporada de desastres naturales

La Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) podría enfrentar una crisis financiera este verano si el Congreso no toma medidas para reabastecer sus fondos. La preocupación surge en medio de una temporada extrema de huracanes e incendios forestales que se pronostica como una de las más intensas en la historia debido al cambio climático. El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, ha expresado su inquietud sobre la posible escasez de fondos presupuestarios para hacer frente a las emergencias que puedan surgir en los próximos meses. A pesar de que FEMA se ha preparado para responder a desastres naturales, Mayorkas advierte que el fondo de ayuda para catástrofes podría agotarse para mediados de agosto si no se asignan más recursos. En una época en la que algunas regiones de Estados Unidos están experimentando temperaturas extremas que podrían romper récords, Mayorkas señaló que el calor intenso también podría considerarse una catástrofe grave, lo que aumentaría la presión sobre los recursos de FEMA. A pesar de que las comunidades locales han enfrentado olas de calor y humo de incendios forestales sin ayuda federal en el pasado, la situación actual plantea desafíos adicionales. La temporada de huracanes ya ha comenzado, con la tormenta tropical Alberto causando estragos en México con fuertes lluvias. Los expertos predicen que este año podría ser particularmente activo en términos de huracanes en el Atlántico, lo que pone a prueba la capacidad de respuesta de FEMA ante posibles desastres naturales. Mayorkas ha destacado que el cambio climático ha intensificado la frecuencia y gravedad de los fenómenos meteorológicos extremos, lo que ha llevado a un aumento en la demanda de los servicios de emergencia de la agencia. A pesar de la preparación del personal de FEMA, la falta de fondos podría comprometer la capacidad de la agencia para brindar asistencia a las comunidades afectadas. En caso de que se agote el fondo de ayuda para catástrofes, FEMA se verá obligada a reasignar fondos de otros programas para satisfacer las necesidades más urgentes, lo que podría afectar las labores de recuperación a largo plazo. La situación se vuelve aún más crítica ante la ola de calor que afecta a gran parte del país, con temperaturas récord pronosticadas para los próximos días. El debate sobre si el calor extremo y el humo de los incendios forestales deberían considerarse desastres naturales graves ha cobrado relevancia en medio de esta crisis. Grupos ecologistas y sindicales han instado a FEMA a incluir el calor extremo como una catástrofe en la Ley Stafford, argumentando que se trata de un problema que afecta a millones de personas y que requiere una respuesta federal coordinada. Mayorkas ha aclarado que la ley no prohíbe considerar el calor extremo como una catástrofe, pero que la intervención del gobierno federal se activa cuando las comunidades locales no pueden hacer frente a la situación por sí mismas. En este sentido, el secretario ha destacado la importancia de contar con recursos adecuados para garantizar una respuesta efectiva a los desastres naturales que puedan surgir en las próximas semanas y meses.