Una avalancha de tierra causa más de 600 muertos en Papúa Nueva Guinea

Una avalancha de tierra causa más de 600 muertos en Papúa Nueva Guinea

Una avalancha en Papúa Nueva Guinea deja más de 600 muertos y desolación. La magnitud del desastre conmueve al país y desafía las labores de rescate.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Una avalancha de tierra causa más de 600 muertos en Papúa Nueva Guinea Una tragedia de proporciones devastadoras ha golpeado a Papúa Nueva Guinea, donde una avalancha de tierra ha dejado a su paso más de 600 personas fallecidas, según las estimaciones de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). El responsable de la OIM en el país, Serhan Aktoprak, informó que los equipos de rescate han logrado recuperar solo cinco cadáveres entre los escombros y el fango, lo que sugiere la magnitud del desastre que ha golpeado a la remota aldea de Kaokalam, en la provincia de Enga, situada a unos 600 kilómetros al noroeste de la capital, Port Moresby. Inicialmente, los medios de comunicación locales habían informado de alrededor de 300 víctimas mortales a causa de la avalancha, pero las cifras se han incrementado drásticamente, llegando a temerse que el número de fallecidos pueda alcanzar los 670. Otras localidades cercanas también se han visto afectadas por esta tragedia, que se desencadenó poco después de un potente terremoto en la zona, complicando aún más la situación. El responsable regional de la OIM ha señalado que la zona del desastre sigue siendo sumamente peligrosa debido al riesgo de nuevas avalanchas, lo que ha dificultado las labores de rescate y evacuación de más de 1.200 sobrevivientes que se encuentran en riesgo. A pesar de los esfuerzos desplegados, la situación sigue siendo crítica y las esperanzas de hallar más personas con vida se han visto considerablemente reducidas. La topografía montañosa y la vulnerabilidad sísmica de Papúa Nueva Guinea hacen que este tipo de desastres naturales no sean inusuales en la región. En esta ocasión, el alud de tierra y rocas ha cubierto una extensa área de más de 200 kilómetros cuadrados, incluyendo una importante carretera provincial, lo que ha complicado aún más las tareas de rescate y asistencia a los afectados. La tragedia ha conmocionado a la población de Papúa Nueva Guinea, un país que ya enfrenta desafíos significativos en cuanto a pobreza, aislamiento geográfico y carencias en infraestructura. Cerca de 4.000 personas residen en la zona donde ocurrió el deslizamiento, aunque se estima que la cifra real podría ser aún mayor, considerando que la aldea Kaokalam actuaba como refugio para aquellos que huían de conflictos y disputas tribales en localidades vecinas. El primer ministro del país, James Marape, ha anunciado el envío de equipos de emergencia y la movilización de recursos para hacer frente a esta tragedia, que ha dejado a la comunidad local sumida en la desesperación y la incertidumbre. Las imágenes compartidas en redes sociales por testigos muestran la magnitud de la devastación, con personas buscando entre los escombros a posibles supervivientes en medio de un escenario desolador. A medida que las labores de búsqueda y rescate continúan en la región afectada, la solidaridad y el apoyo internacional se han hecho presentes, mientras las autoridades locales y organizaciones humanitarias trabajan incansablemente para brindar ayuda a los sobrevivientes y reconstruir las infraestructuras dañadas. En medio de la tragedia, la esperanza de encontrar más personas con vida se desvanece, dejando una profunda huella de dolor y tragedia en Papúa Nueva Guinea.
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