Recordando el megaterremoto de 1960: tragedia y lecciones para Chile y el mundo

Recordando el megaterremoto de 1960: tragedia y lecciones para Chile y el mundo

El 22 de mayo de 1960, un megaterremoto y tsunami devastaron Valdivia, Chile, marcando tragedia global. Día de memoria y prevención para honrar a las víctimas y proteger el futuro.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro
El 22 de mayo de 1960 quedó marcado en la historia como uno de los días más oscuros para Chile y para el mundo entero. Un megaterremoto de magnitud 9,5 en la escala de Richter sacudió con furia la ciudad de Valdivia, desatando una serie de catastróficos eventos naturales que dejaron un saldo desgarrador de muerte y destrucción a su paso. A las 15:11 horas de aquel fatídico día, la tierra tembló con una intensidad nunca antes vista, desatando el caos y el pánico entre los habitantes de Valdivia y las ciudades cercanas. Más de dos mil personas perdieron la vida, miles resultaron heridas y decenas de miles de viviendas quedaron reducidas a escombros en cuestión de minutos, según los registros del National Centers for Environmental Information. Pero la tragedia no se detuvo ahí. Tan solo media hora después del terremoto, un tsunami de proporciones apocalípticas azotó la costa chilena y se propagó hasta alcanzar tierras lejanas como Hawái, Japón y Filipinas, cobrando más vidas y sumiendo a las comunidades en un estado de desolación sin precedentes. La furia de la naturaleza no conocía límites aquel día. Como si la furia de la tierra y el mar no fueran suficientes, el terremoto en Valdivia desencadenó la erupción de varios volcanes, entre ellos el Puyehue, cuya actividad volcánica se mantuvo activa durante meses, recordando a la población que la devastación y el peligro seguían presentes en cada rincón de Chile. Fue un recordatorio doloroso de la vulnerabilidad humana frente a los caprichos de la naturaleza. En memoria de las miles de víctimas y como un acto de conciencia y prevención, Chile ha instituido el "Día Nacional de la Memoria y Educación sobre Desastres Socio-Naturales", mediante la ley 21.454, para recordar a las generaciones futuras la importancia de estar preparados y de aprender de las lecciones que nos dejó aquel fatídico mayo de 1960. Es un tributo a la memoria de quienes perdieron la vida y un compromiso con la seguridad y el bienestar de todos los chilenos. Cada 22 de mayo, Chile y el mundo recuerdan con solemnidad aquellos ocho minutos que parecieron una eternidad, en los que la tierra rugió, el mar se levantó y los volcanes escupieron fuego, dejando una cicatriz imborrable en la historia de la humanidad. Nos queda el deber de honrar su memoria y de trabajar juntos para mitigar los riesgos y proteger la vida en un mundo cada vez más vulnerable ante los embates de la naturaleza. ¡Que aquellos ocho minutos no se vuelvan a repetir jamás!
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