América Latina: Vulnerabilidad climática en el Cono Sur y llamado a la acción

América Latina: Vulnerabilidad climática en el Cono Sur y llamado a la acción

América Latina y el Caribe enfrentan aumento de eventos climáticos extremos. CAF insta a invertir en infraestructura resiliente para mitigar impactos a largo plazo.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro
Durante los últimos años, los países del Cono Sur de América Latina han experimentado una serie de eventos climáticos extremos que han puesto en evidencia la vulnerabilidad de la región frente al cambio climático. Sequías, inundaciones, incendios forestales y ciclones han azotado a naciones como Chile, Venezuela, Perú, Bolivia, Ecuador, Panamá y Brasil, generando cuantiosos daños no solo en infraestructura, sino también en la vida humana y el ecosistema. Según un estudio realizado por CAF Banco de Desarrollo, en los últimos 43 años se han registrado al menos 2,225 desastres de origen climático en América Latina y el Caribe, con un promedio de 52 eventos por año. Las inundaciones y las tormentas son los eventos más frecuentes, seguidos por deslizamientos de tierra y sequías. La frecuencia de estos fenómenos ha aumentado en un 90% entre 2000 y 2021 en comparación con las dos décadas anteriores. Estos eventos climáticos extremos tienen un impacto significativo en la región, con daños y pérdidas anuales que representan al menos el 0,2% del PIB. Cerca del 1% de la población se ve afectada por desastres climáticos cada año, con un estimado de casi 100,000 muertes y desaparecidos. Además, la destrucción del ecosistema, la infraestructura y la producción pueden tener efectos duraderos en el crecimiento de los países. La distribución geográfica de estos eventos varía en la región, con zonas cercanas al Ecuador más expuestas a tormentas tropicales y huracanes, mientras que las sequías afectan principalmente al sur del continente. En el Cono Sur, las sequías representan el 55,3% de la población afectada por eventos climáticos, seguidas por los incendios forestales. A pesar de una tasa de mortalidad relativamente baja en esta subregión, los impactos económicos siguen siendo significativos. Ante esta realidad, invertir en infraestructura resiliente se vuelve fundamental para mitigar el impacto de los eventos climáticos extremos en el crecimiento económico y la deuda pública a mediano y largo plazo. Aunque estas inversiones pueden aumentar la deuda en el corto plazo, evitan un aumento mayor una vez que ocurre un desastre. Establecer fondos de contingencia junto con inversiones resilientes también mejora la recuperación del PIB y la dinámica de la deuda a mediano plazo. La importancia del financiamiento concesional, la cooperación global y el papel de instituciones como CAF en apoyar a los países de la región para abordar los riesgos climáticos se vuelven cada vez más evidentes. CAF busca consolidarse como un Banco Verde, ofreciendo recursos financieros, cooperación técnica y conocimiento para avanzar en la reducción de riesgos climáticos y la adaptación a los impactos inevitables. En un contexto de creciente recurrencia e intensidad de desastres climáticos, es fundamental que los gobiernos de la región avancen hacia un enfoque integral que combine la gestión de desastres con la adaptación climática. Solo mediante inversiones en infraestructura resiliente y políticas de adaptación podremos mitigar los impactos devastadores del cambio climático en América Latina y el Caribe.
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